La discoteca (Darío)

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Llamamos a dos coches Uber porque no entraríamos todos en uno, así que las chicas irían algo más tarde con Yago y Toni. Llegamos allí y hablamos con el portero, que nos llamó al encargado para que nos dijese los reservados que teníamos contratados.

Entramos y la discoteca estaba bastante llena. Decidimos entrar con gorras y gafas hasta estar con los reservados para que nadie nos reconociese por el camino y por suerte, nadie lo hizo. Nos sentamos en ellos y fueron trayendo cosas. Consulté el teléfono y tenía mensaje de Alejandra diciéndome que estaban ya de camino, por lo que en media hora a más tardar, llegarían.

—Están de camino —Le chillé a Raúl. Empezamos con una copa para hacer tiempo hasta que llegaron las chicas y Yago y Toni.

—Tengo una mala noticia —Anunció Yago, peinándose después de quitarse la gorra. Alejandra me miró cautelosa cuando me quedé a medio camino de darle un beso al oír a Yago decir eso.

—Carlota, Paula y Lola van a venir también —Resopla Toni—. Nos han llamado de camino y no hemos sabido decirles que no. Nos han dicho que van a traer a algunas chicas más del rodaje.

—¿En serio? —Espeto. Miro a Alejandra, que sigue con la misma mirada—. La noche pinta genial.

—Siéntate y cálmate —Me dice Alejandra suavemente. Me siento y tiro de la cintura del pantalón de licra negro acabado en campana de ella para que se siente encima de mí, pero me frena—. Vamos a hacer las cosas algo más suaves, Darío.

—¿Por qué? —Espeto enfadado.

—Porque viene Carlota y no quiero malos royos. Hemos salido a pasarlo bien, ¿o no?

Niego con la cabeza y apoyo la espalda en el asiento. Coloco mi tobillo izquierdo en mi rodilla contraria y estiro los brazos por el respaldo del asiento. Esta noche va a ser una puta mierda, lo presiento.

Carlota se sienta al lado de Yago, al final del otro lado del sofá que estamos con forma de L. Le miro negando con la cabeza, ella me mira como si no me entendiese. ¿Por qué tengo que esconderme?

Me bebo la copa casi de un trago y observo como Alejandra nos sirve a todos una, con una sonrisa, tranquila e intentando llevar la noche lo mejor posible. Se sienta y toma varios sorbos, habla con Yago hasta que ve aparecer por mi derecha a Carlota y sus secuaces.

—¡Holaaaaaaaa! —Grita y me molesta.

—Hola —Musito. Me coge del cuello con ambas manos y me da dos besos casi en la comisura de los labios, para después seguir con los demás. Alejandra disimula una risa. No era como esperaba que se lo tomase.

—¿Qué hacéis aquí? —Oigo como Carlota le dice a Alejandra. Me muerdo la lengua mientras le miro duramente.

—Lo mismo que tú —Responde Almudena. Alejandra le lanza una mirada asesina y ella no le hace caso.

—Lo dudo, pero bueno, a ver si podemos pasar buena noche —Suelta Carlota.

—¿Por qué no iba a ser así? —Pregunta Alejandra dando un sorbo de su copa. Ha salido todo tan mal que ni me he dado cuenta de lo liso y brillante que lleva el pelo. Ha ido a la peluquería y lleva un top negro con escote. Simplemente no me he dado cuenta de que va guapísima pensando en el fastidio que va a ser Carlota.

Carlota vuelve hacia mí con una sonrisa en la cara a la que no respondo y sin previo aviso me quita el pie de encima de la rodilla y se sienta en mi pierna. Suelto una risa irónica y fastidiada mientras niego con la cabeza. Alejandra me hace una señal disimuladamente de que guarde la calma.

—¿Quién las ha invitado? —Me pregunta, jugando con mi cadena de oro.

—Yo —Escupo quitándole la cadena de la mano—. ¿Te puedes levantar?

Catfish [+18] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora