18.- Originales

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— Tenemos bastantes pistas al respecto pero ninguna de ellas nos ayuda a determinar sospechosos. — dijo Kurapika estacionando el auto fuera de la fiscalía, Chrollo permaneció callado todo el trayecto y en silencio se notaba lo sumido que estaba en sus pensamientos. — ¿Estás bien?

— Me parece una burla todo esto. — respondió sin dirigir la mirada. — Si realmente se trata de imitadores, ¿de dónde obtuvieron miembros tan parecidos a los de la araña? ¿quién reveló esa información? acaso tú...

— Escucha, yo no filtre información acerca de eso, si es lo que estás pensando, supe muy poco de las habilidades de tus compañeros como para difundir ese tipo de información y si así fuera, no es suficiente para lograr formar un grupo que haga este tipo de cosas en devoción a la araña en tan pocos años. Estoy tan confundido como tú.

— No era a lo que me refería... — aclaró Chrollo sintiéndose extrañamente satisfecho de que Kurapika fuera honesto — pero agradezco lo que has dicho.

— ¿Entonces qué es lo que piensas? — insistió el rubio creándose dudas al respecto.

— Tonterías, seguro que debe ser una coincidencia... una desagradable coincidencia. — Aseguró Chrollo saliendo del auto y entrando junto a Kurapika a las oficinas para entregar el reporte de la investigación. — No puedo dejar de pensar... — se dijo así mismo en mente — los únicos capaces que imitar a la araña... son...

Aquél pensamiento fué interrumpido repentinamente por la escena que se desataba dentro del edificio.

Los empleados amordazados y acorralados en la sala principal, rodeados por una docena de sujetos vestidos completamente de negro y con el rostro cubierto, apuntando con diferentes armas a los inocentes.

— No se muevan, o los mataremos a todos. — Amenazó una voz que para Chrollo resultó muy familiar, terriblemente familiar, puesto que estaba seguro del paradero de todos sus ex aliados. Lamentó haberse equivocado, lamentó girar su rostro ligeramente al costado para ver al dueño de la voz, sólo para confirmar su temible sospecha.

— Fe...Feitan...

Al oír su nombre ser pronunciado, el torturador armado dirigió la mirada con cinismo hacia el hombre que alguna vez respetó.

— Oh, pero vean lo que tenemos aquí, Chrollo Lucilfer, el traidor que se unió a la justicia. — entre burlas de los participantes, cada uno fue arrancando su máscara, revelando sus identidades sin temor a ser reconocidos, eran ellos, esos 12 rostros.

La araña, se había reunido nuevamente, sin su líder.

Los únicos capaces de imitar a la araña, son ellos mismos.

Otra oportunidad [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora