38.- Coma

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Ese día, Leorio lo había estado llamando durante horas. Por lo menos tendría unas 30 llamadas desviadas a buzón.

— Contesta, vamos, contesta —. Manejaba a toda prisa directo a su casa.

Se llevó la sorpresa una vez que entró al sótano de la casa. Por suerte, Kurapika le tenía la suficiente confianza para entregarle una copia de la llave del departamento.

Lo encontró inconsciente en el suelo frente a los ojos de su gente. No se veía herido, pero su respiración era débil.

Ayudó a que lo trasladaran al hospital donde trabajaba y de camino allá se comunicó con sus amigos para hacerles saber la noticia.

— Si alguien lastimó a Kurapika voy a mover cielo, mar y tierra para que la justicia caiga sobre esa persona —. pensaba el doctor rezando para que los policías encontraran pistas en ese sótano.

— ¡Leorio! ya llegamos, ¿qué fué lo que pasó? — entró Gon apresurado, seguido por Killua.

— Kurapika lleva inconsciente desde anoche, tuve un mal presentimiento al respecto y acabo de confirmarlo — se lamentó Leorio antes de seguir hablando — entró en estado de coma por culpa de un usuario nen.

— ¡¿Lo atacaron?! — preguntó Killua irritado.

— ¿Qué podemos hacer para ayudar? — Apoyó Gon bastante enérgico.

— Por ahora, otros doctores me están apoyando en averiguar si es posible ayudarlo con métodos convencionales. — explicó Leorio dando un largo suspiro, temiendo el fracaso del tratamiento — Si eso no funciona, pasaremos a traer un exorcista de nen.

Más sin embargo, cuando los médicos se quedaron sin alternativa, permitieron a Leorio traer a un exorcista. La desesperación los empezaba a dominar al oír su respuesta tras intentar arrancarle aquella "maldición".

— No puedo ayudarlo. — confesó el hombre dirigiéndose al angustiado Leorio.

— ¿Qué? pero, sólo tiene que anular el nen que lo mantiene así.

— Si fuera el caso del uso de un hatsu común. Este es un caso especial de coma inducido a voluntad. La condición que lo permite probablemente fué aceptada por el muchacho, incluso solicitada.

— ¿Qué quiere decir? soy médico pero no entiendo todo acerca del nen...

— Este chico despertará cuando decida hacerlo.

— ¿Decidir? ¿y cuánto tiempo podría ser? ¡esa no es una respuesta!

— No podemos interferir en algo que él mismo aceptó cargar, si hago eso me arriesgaría a matarlo, la condición es tan fuerte que probablemente dió su propia vida para padecer este sueño. Es preferible dejar que él mismo cumpla las condiciones para terminar el sueño, puedes estar tranquilo, cuida de él mientras duerma y no morirá. 

Lo trasladaron a una habitación especial para que pudiera estar en observación a partir de la declaración del exorcista.

— ¿Cuánto tiempo puede tomarle? — indagó Killua jugueteando con los cabellos del rubio.

— El tiempo que haga falta, podrían ser días, meses, años, quizás haya decidido dormir eternamente, no lo sabemos, es cuestión de esperar. — comentó Leorio preocupado y atento a cualquier reacción del Kuruta.

— Vendremos a visitarlo todos los días. — Prometió Gon al tiempo que Killua asentía, ambos determinados a estar al lado de su amigo hasta el día que decidiera abrir sus ojos.

— Gon... Killua... — sonrió Leorio con nostalgia, conocer a esos chicos le motivaba a continuar con su labor.

— Yo sé que Kurapika despertará. Vendré todos los días hasta poder hablar con él de nuevo. — dijo Gon antes de salir de la habitación.

— Estoy seguro de que le gustará saber que estuvimos ahí para cuidarlo. — Finalizó Killua tomando su mochila.

Y día tras día, los tres estaban presentes a diferentes horas, precavidos ante cualquier reacción, movimiento o señal que Kurapika mostrara.

Sus mejores amigos permanecieron a su lado mientras él soñaba que los había perdido.

Otra oportunidad [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora