40.- ¿Quieres verlo?

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— Y todo eso fué lo que pasó mientras estabas dormido, nos tenías tan preocupados, gracias al cielo has despertado, dinos, ¿cómo te sientes? — indagó Leorio entregándole un vaso de agua y medicamento.

— Creo que el sueño era la condición para cumplir el deseo que pedí. — murmuró Kurapika antes de beber del vaso.

— ¿Deseo? — se interesó Gon. — ¿eso se puede? ¿qué deseo pediste?

— En ese instante me sentía tan malagradecido con mi vida que no pasaba nada más por mi cabeza que arreglar el pasado. — contó Kurapika siendo incapaz de mirar a sus amigos a los ojos. — quería que mi clan jamás hubiera pasado por la tragedia que los llevó a la extinción. Eso fue lo que pedí.

— ¡¿Tu sueño se trató de eso?! — gritó Killua alucinado. — ¿Entonces lograste salvarlos? ¿no tuviste que volver a cruzarte con las arañas? ¿nos presentaste a tu amigo Pairo?

— Ehh... la verdad... nada... fué exactamente como me lo hubiera imaginado. — Apretó los puños y tomó aire soportando la pena de decirles lo que había ocurrido. — Para empezar, ustedes ya no eran mis amigos, al salvar a mi familia no tuve que hacer el examen de cazador de la forma tradicional y entonces...

Cuando Kurapika despertó recuperó sus ganas de vivir con sus amigos. 

Los 5 años que estuvo en coma fueron los mismos años que pasó salvando a su clan y perdonando a las arañas.

El Kuruta contó hasta el último detalle con una montaña rusa de emociones que sus amigos compartían embelesados con cada detalle de la historia.

Era increíble ver cómo Kurapika recordaba un sueño tan largo. Pero después de todo, se trataba de una habilidad nen que le permitía vivir en otra realidad.

Cuando Kurapika casi terminó de contar su sueño, se encontraba lleno de felicidad. Hasta que sorprendió a sus amigos con un final inesperado.

— No sólo terminé perdonando a Chrollo por remedir sus crímenes. Me... estaba enamorando de él.

Ya habían escuchado todo. Se miraron confundidos y anonadados. Cualquiera se habría quedado callado o incluso desaprobado lo dicho, para su suerte, sus amigos no eran tan simples.

— Me alegro por ti. — dijo Gon — Prefiero saber que fuiste felíz a que repitieras el mismo camino de venganza que te llevó a odiar tu propia existencia.

— No me siento cómodo diciéndoles esto, estamos hablando de la persona que... — dudó Kurapika con el rostro avergonzado hasta que Leorio lo interrumpió.

— ¿Te gustaría volver a verlo?

Otra oportunidad [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora