Capítulo diez

2.9K 371 1K
                                    

━ 𝜋𝜎𝑠𝜏𝑟𝛼𝜋𝑔𝜀𝑟 ━
"Eres peor que mi madre muerta"

—Dios —hablé mientras seguía caminando hacia su cuerpo—, sigues igual de engreída como siempre.

—Y tú igual de idiota —respondió—. Al parecer irte otra vez a tu antiguo vecindario no hizo nada con tu cerebrito de nuez —se burló sonriendo de lado.

Freya Lee. Una joven de veinte años, cabello demasiado corto de un castaño oscuro, cejas gruesas, labios enormes, ojos saltones, un cuerpo envidiable y demasiada alta.

Así como si mirada era intimidante, su personalidad también lo era.

—¿Para qué me llamaste? —preguntó mientras apoyaba su cuerpo en la motocicleta que tenía detrás suyo.

—Quiero que me ayudes con algo —indiqué mientras copiaba su acción.

—¿Otra vez nos meteremos en problemas? —preguntó—. La última vez fue difícil escabullirnos.

—Esta vez no será tan complicado.

—Debo ser la única idiota que cree en tus palabras, Carter.

—¡Oye! —me quejé-—, eres la única en quién puedo confiar.

—Y esa tal... ¿Kayden? —preguntó mientras jugaba con sus llaves—. Pensé que eran mejores amigos.

—Está pasando por momentos difíciles ahora —respondí mientras observaba la punta de mis zapatillas-—. Además, ella no está preparada para esto.

—¿No está preparada o tienes miedo de perderla?

—Quizás ambas cosas...

No había podido conciliar el sueño anoche, la sensación de que me observaban se hizo más intenso con el pasar de las horas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No había podido conciliar el sueño anoche, la sensación de que me observaban se hizo más intenso con el pasar de las horas.

No sabía si era por el insomnio que me hacía alucinar cosas o si ese presentimiento que estuvo incrustado en mi cabeza en verdad estaba en lo cierto.

Me había levantando en la mañana luego de que mi madre fue al trabajo. Cuando escuché la puerta principal cerrarse de golpe me terminé saliendo de aquellas frazadas mientras me concentraba en maquillar un poco las ojeras bastantes notables que tenía debajo de mis ojos grises.

Mi madre me mataría si se entera que paso las noches sin dormir.

Luego de haber hablado con Carter y mantener una charla de cinco minutos a través del teléfono donde la mitad de sus palabras eran en islandés, me comentó que hoy no podríamos vernos. Le había surgido un tema el cual tenía que tratar.

Solo esperaba que se encontrara bien.

Se escuchaba algo preocupado.

Cuando el olor a café inundó mis fosas nasales y el amargo gusto pasó por mi garganta, me sorprendí cuando en la televisión no habían anunciado nada respecto al asesinato que había ocurrido anoche. Estaba segura que aquel oficial de ojos celestes tenía algo que ver con esto.

No Stranger © #1 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora