Capítulo treinta y nueve

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"El encuentro"

Es el día.

Los copos de nieve caen desde el cielo y las calles se encuentran adornadas de nieve.

Parece una escena bastante hermosa de presenciar... si no fuese porque en este momento estábamos esperando el mensaje de Nevs para encontrarnos con él.

Estaba asustada.

Que digo, estaba a nada de cagarme encima.

Alister se había dado cuenta de los nervios que sentía a flor de piel sin embargo no comentó nada al respecto, lo cuál fue mejor para mi.

En estos últimos días estuvimos practicando demasiado. O mejor dicho, el mayor se dedicó a enseñarme más defensas básicas para poder defenderme. No sabíamos que iba a ocurrir a partir de este momento.

Íbamos con los ojos cerrados directo hacia un acantilado.

No sabíamos que pasaría con Nevs.

Solo esperábamos que los dados jugaran a nuestro favor.

Alister se encontraba de pie a mi lado. Tenía ambas manos dentro de los bolsillos de su pantalón y se encontraba con el ceño fruncido, incluso podía intimidar con aquella mirada que tenía en sus ojos.

Estaba vestido con un remera negra que se ajustaba a su cuerpo, pantalones holgados del mismo color, y debajo con unas botas de invierno. Llevaba un abrigo del mismo color que llegaba a la altura de sus pantorrillas. En su cadera tenía colocado un cinturón donde tenía aportada su arma y en sus muñecas tenía sus guantes negros.

Parecía el mismísimo Matrix vestido.

Su cabello se encontraba desordenado y sus ojeras eran un poco más visibles de lo normal. Formé una línea en mis labios cuando me di cuenta de ese detalle.

Antes de que pudiese darme cuenta, Alister se encontraba sacando su móvil de uno de los bolsillos de su pantalón para así observar la pantalla de este.

—¿Es Nevs? —pregunté mientras salía pequeños suspiros de humo gracias a las bajas temperaturas.

Alister asintió.

—Nos encontraremos en la fábrica de textil del pueblo en dos horas —respondió.

Tragué en seco.

Aquel lugar quedaba bastante lejos de donde vivía y un sabor amargo invadió mi boca en aquellos momentos.

Alister acomodó un poco su abrigo y colocó sus manos dentro de los bolsillos del pantalón. Giró un poco su cabeza para observarme.

—Es hora —indicó.

Y entonces ambos empezamos a caminar hacia nuestro destino.

Hacia las manos de Nevs.

[...]

La fabrica de textil del pueblo se encontraba momentáneamente cerrada por temporadas bajas de invierno. Gracias al clima que hacía siempre en este lugar, a los empleados se les ordenaba seguir su trabajo en sus propias casas.

Por lo tanto esta fábrica estaba cerrada y no había nadie allí.

El lugar era enorme.

Aquel edificio tenía las paredes destrozadas y detrás de aquello había un enorme campo lleno de césped que se encontraba oculto gracias a la capa de nieve. En aquel lugar habían algunas máquinas, montones de basura y demás cosas que habían desechado de aquella fábrica.

No Stranger © #1 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora