No Stranger © #1 ✔

Capítulo veintisiete

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"Pasantes"

Debían ser sólo ideas mías pero... algo dentro de mi me indicaba que aquello no era un simple mensaje.

Sospechaba que algo estaba ocurriendo.

De inmediato en mi cabeza se cruzó la imagen de Carter haciendo las mismas cosas que yo hacía con D pero... con este tal número apodado "Mir".

¿Qué demonios debía pensar? ¿Me estaba volviendo paranoica?

Y si... ¿en realidad estaba empezando a sospechar de Carter? Ni siquiera podía creerlo, además, me resultaba extraño que aquel rubio no me explicara nada de este número –lo cual era raro, ya que el ojiverde te contaba el número de veces que cagaba en el baño.

Miré una vez más aquellos mensajes y entonces de inmediato me arrepentí de que lo iba a terminar haciendo.

Pero no podía ignorar mis sentimientos en este momento.

Terminé desbloqueando el móvil –porque vamos, así como el mayor sabía las contraseñas de mi teléfono y redes sociales, yo también sabía las suyas–, y terminé entrando a la aplicación de mensajería. En aquel chat donde ese número salía agregado como "MIR" y no tenía ninguna foto de perfil salvo la letra 'M', indicaba que habían tres mensajes disponibles para leer.

Apreté el chat y entonces los leí nuevamente.

Alcé la mirada rápidamente por precaución al saber que Carter en cualquier momento podría aparecer en mi habitación y me encontraría husmeando en su móvil.

Apreté los tres mensajes y decidí reenviarlos a mi número.

Sea lo que sea que esté tramando Carter con aquel tal MIR lo iba a descubrir.

¿Estaba invadiendo su privacidad? Sí.

¿Me arrepentía? Sí.

¿Pero iba a hacerlo de igual manera? Sí.

Una vez que ya me habían llegado aquellos mensajes, decidí eliminarlos del chat de Carter para que al mayor no le apareciera aquello.

Me gustaría pensar que aquel rubio en realidad se estaba encontrando con alguien para ofrecerle entradas a alguna estúpida fiesta o algo menos grave de lo que mi cabeza estaba imaginando en estos momentos.

A veces la mente humana era nuestra peor enemiga.

Mientras seguía sosteniendo el móvil de mi mejor amigo entre mis manos, decidí que lo mejor era volver a mi objetivo de antes: entregarle el móvil a Carter cómo si nada hubiese pasado, cómo si no hubiera leído los mensajes de un posible asesino en serie.

Justo cuando estaba a punto de bloquear la pantalla, mis ojos grises notaron que unos pies se habían colocado a unos metros de dónde me encontraba y entonces alcé la mirada.

Estaba Carter frente a mi con el ceño fruncido.

—¿Qué haces? —preguntó algo confundido mientras veía atentamente como tenía su teléfono entre mis manos.

Tragué en seco.

—Recibiste unos mensajes —traté de pronunciar. Carter aflojó su mirada y entonces decidí ignorar el pequeño nerviosismo de mis manos—. ¿Quién es Mir? —me atreví a preguntar.

«Carajo, no tendría que haber dicho eso», de inmediato pensé mientras cerraba mis ojos por unos momentos.

Nuestras miradas se cruzaron y por unos momentos me sorprendí al observar a Carter.