Capítulo veinticinco

1.6K 254 469
                                    

━ 𝜋𝜎𝑠𝜏𝑟𝛼𝜋𝑔𝜀𝑟 ━
"Mis ganas de morir"

El peliblanco me observó y sus ojos se desviaron hacia la navaja que estaba apuntando su abdomen, sin embargo el mayor no mostró ni un signo de estar sorprendido por esa acción.

Aquello me enfureció aún más.

—¿Una navaja? —preguntó—. Dime, ¿qué harás si no quiero contestar a tu pregunta?

Nuestras miradas se cruzaron.

—¿Acaso crees qué no soy capaz de hacerte daño, Ash? —pregunté mientras apretaba un poco aquella zona.

El peliblanco sonrió de lado, cómo si toda esta situación le hiciera gracia mientras sus oscuros ojos no se apartaban de mí.

—Oh, ¿cómo crees? —pregunto burlándose—. Si en serio intentas matarme, hazlo, mis ganas de morir siguen intactas desde la primera vez.

—No intentes jugar conmigo —contesté.

—Si supieras los juegos que quiero hacer contigo, no nos encontraríamos ahora en esta situación.

Junté las cejas confundida.

—Responde a mi pregunta —ordené firmemente—. O juro que te mataré.

En realidad ni siquiera tendría valor para hacerlo.

—¿Por qué tanta insistencia en saber quién me mandó a protegerte? Deberías sentirte privilegiada, nena —indicó—. Sin mi a tu lado, ya estarías muerta.

—No me interesa tu protección, yo no te pedí que lo hicieras —declaré—. Solo quiero saber que demonios está ocurriendo.

—Kayd...

—Soy Blue —interrumpi—. No soy Kayden —aclaré—. Ahora contesta a mi pregunta.

De repente mis ojos empezaron a cristalizarse sin saber el por qué, quizás era por la frustración de no saber la situación que estaba ocurriendo. El por qué estaban pasando demasiadas cosas y yo a penas conseguía respuestas mientras los demás parecían no afectarles en nada.

Sentía que todos estaban ocultándome algo, y odiaba aquella sensación.

Tenía mis razones para sospechar de todos.

Ash dejó de sonreír y entonces habló:

—D pidió protegerte —explicó—. Al involucrarte en esta situación, sería muy estúpido si no tienes a algún compañero a tu lado para salvar tu pellejo —suspiró—. En serio le importas a ese idiota.

—No te creo.

—No me creas, no insistiré en convencerte —aclaró indiferente.

Ambos nos mantuvimos en un silencio abrupto. Ls oscuros ojos del peliblanco se encontraban fijamente observando como la punta de la navaja estaba firmemente colocada en su abdomen mientras un pequeño hilo de sangre salía de allí cuando yo impulsivamente había empujado un poco el objeto hacia su cuerpo al no creer en sus palabras.

Mis ojos grises se desviaron al suelo, observaba el asfalto negro y en mi mente recorrieron varias imágenes de todo lo que había estado sucediendo en las últimas semanas, desde aquella noche en que recibí el mensaje de D y en aquel asesinato del cual no obtenía ninguna respuesta.

De como una persona extraña había ordenado a Ash para protegerme y se hacía llamar un... obsesivo.

Carajo.

—Obsesivo —hablé de repente.

El mayor alzó la mirada para observarme fijamente.

—¿De qué hablas? —inquirió confundido, aún manteniendo su compostura relajada a pesar de que mantuviera la navaja en el mismo lugar.

No Stranger © #1 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora