☁10. Diet Mountain Dew☁

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—¿qué pasó con tu novia?—Cuestionó, Helmut, mientras metía un trozo de sandía en su boca.

—Actualizate, Helm, termine con ella hace 5 días—dijo con una sonrisa James, mientras robaba un trozo de sandía del recipiente de Zemo.

—¿qué pasó? Creí que se agradaban— frunció el ceño.

—Lo hacíamos, pero era muy hipócrita, no me gusta la gente venenosa. Hablaba mierda de sus amigas y cuando las veía las trataba como princesas, se daban la vuelta y las hacía pedazos...no me agradan las personas así—se encogió de hombros, para robar otro trozo de sandía.

—Ninguna dura mucho contigo, todavía no llega la esperada—le dedicó una sonrisa anhelosa.

—¿sabes? Me gustan las chicas que hablan español, quiero una chica que hable español, ese idioma es el idioma del amor—habló mientras se recostaba en el pasto.

Se encontraban en los patios del campus, disfrutando de la sandía que Zemo había llevado. Hace poco que Sam, Joaquín y Sharon se habían retirado de ahí. 

—Yo hablo español—alzó las cejas coquetamente, Zemo.

—Lo sé, te he escuchado, lo hablas muy bien—le dedico una sonrisa que Zemo con gusto devolvió, para pasar a girar su cabeza a la derecha, dejándole a la vista el camino de lunares tras su oreja izquierda.


Era de noche, las calles no se encontraban del todo transitadas, eran las 2 de la madrugada y sólo había uno que otro auto pasado por el Time Square. Y ahí, en esa calle, muchos autos se encontraban curioseando con aquellas damas que se ponían ahí, chicas lindas, pero con una sorpresa entre sus piernas. Algunas eran chicas biológicas y otras eran chicas trans. Pero todas estaban ahí para un solo objetivo, conseguir clientes. 

La noche era fría, por lo cual muchas usaban abrigos, pero, aún así, lucían seductoras cuando un auto pasaba por ahí, muchos se detenían, y se llevaban a una chica.

Ahí estaba, un coche negro, estacionado, no se atrevía a avanzar, no hasta ver a su chica. 

James había estado asistiendo a esta calle por ya varias semanas, quería tener una experiencia con algo más que una chica, quería algo nuevo, algo que no podía probar con naturaleza gracias a su familia cristiana, que le impedían ser lo que era, por lo cual tenía que ir a este tipo de lugares a poder liberarse y ser quien era. Había pasado por ese lugar muchas veces, con intenciones de detenerse, pero ninguna chica le provocaba está necesidad de quedarse, hasta que un día vio a esta chica, era hermosa en todos los aspectos. Era de piel blanca, hermosos ojos avellana, nariz refinada, cabello castaño oscuro hasta la mitad de sus hombros. Era una chica delgada y era una cabeza más baja que James. Era la chica perfecta, siempre vistiendo de negro, sus ropas lucían lujosas, parecía de dinero, pero no comprendía porque estaba ahí. Iba todo el tiempo y jamás la había visto hasta aquella vez, le llamó la atención perdidamente y entonces se acercó a ella y la invitó a subir a su coche. Con una sonrisa pícara se subió. 

Siempre utilizaba labial rojo, no importará que, sus finos labios siempre estaban de rojo carmesí. Usaba maquillaje perfecto. Tenía hermosos lunares en todo su cuerpo. No tenía senos, debido a que biológicamente era un chico. Pero era una de las chicas más hermosas que James jamás había visto. Quedó flechado.

MAGIC CITY/One-Shots WinterBaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora