MAGIC CITY/One-Shots WinterBaron

☁️13. The Tattoo Boy☁️

Capitulo 🔞

En la ciudad de New York, más precisamente en la quinta avenida, había un estudio de tatuajes llamado "Winter Wolf Tattoos". El lugar le pertenecía a un joven de 31 años de edad llamado James Buchanan Barnes. Era un chico de aspecto delgado, medía aproximadamente 1.83cm. Tenía cabello negro en un estilo de cabello tipo libro, le lucía muy bien. Era de quijada fuerte, nariz no tan respingada, pero bonita. Tenía cejas gruesas negras, debajo de estás, unos hermosos ojos azules con largas pestañas negras. A Barnes le gustaba decorar el contorno de sus ojos con algo de delineado negro, lo que resaltaba más su bonita mirada. Sus orejas estaban perforadas, cada oreja tenía al menos unas 3 perforaciones, su nariz también tenía una perforación, un piercing en el costado izquierdo de esta. Lo que las personas notaban en él de inmediato, era que todo él, estaba cubierto de tatuajes, la mayoría de sus tatuajes estaban en sus brazos, sus dedos y dorsos de sus manos. Su cuello, abdomen, pecho, espalda y piernas estaban llenos de tatuajes. Su cara era la única que no tenía tatuajes. 

James vestía de negro la mayor parte del tiempo, muchas personas se pasaban a la otra asera cuando lo veían, pero la realidad estaba muy lejos de eso. Barnes era un rollo de canela, era amable y dulce, con una sonrisa encantadora y contagiosa, y sobre todo, era un chico enamoradizo. Nuestro pelinegro suspiraba anhelosamente por su vecino.

Al lado de su estudio de tatuajes, había una cafetería, era una cafetería con tintes hogareños, pero a la vez elegante. El lugar tenía por nombre "Sokovia Coffee", por obvias razones, en el lugar se sirven postres y bebidas típicas de Sokovia, lugar de donde provenía el dueño de la cafetería.

Helmut Zemo, era el dueño de la cafetería. Era un chico de 36 años de edad, medía aproximadamente 1.75cm. Era de confección mediana, tenía una bonita piel blanca llena de lunares y pecas. Su cabello tenía un bonito tono caramelo, tenía un corte de cabello corto, pero con algo de flequillo que podía peinar cuidadosamente hacia su costado derecho. Siempre se encontraba sin vello facial. Tenía cejas algo gruesas color caramelo, y sus ojos eran de un tono avellana.  Vestía en colores cálidos, siempre con un estilo muy recatado y elegante. Podría lucir como alguien altanero y presumido, pero al igual que James, era una persona muy amable, y se puede decir, en ocasiones tímido, en especial cuando se encontraba en las mañanas a la hora de abrir su cafetería con su vecino. Vaya que el pelinegro lleno de tatuajes le removía algo en el interior cada que lo veía, y no era la excepción este viernes.

—Buen día, James—saludo al ver al pelinegro estar abriendo su estudio.

—Buen día, Helm, ¿Cómo estás dulzura?—le regaló una enorme sonrisa.

Era inevitable para el de cabellos caramelos ruborizarse, James lo había llamado así casi desde el primer día que se conocieron.

—Amanecí de buen humor, y es viernes, así que estoy muy bien, ¿Cómo van los tatuajes?—paro de abrir su establecimiento, para ver al más alto.

—no me quejo, el trabajo va bien. Hoy le llenaré de tinta el brazo a una señora de 60 años, va a ser interesante—quitó sus gafas oscuras, dejando a la vista sus vivarachos ojos azules, claro, con aquellos ojos bien delineados.

—me lo imagino—

—¿Cuándo dejarás que te haga un tatuaje, dulzura? Estarás en excelentes manos—alzó sus manos, las cuales estaban llenas de tatuajes.

—no gracias, James. Me gustan los tatuajes, pero no en mi piel—sonrió dulce y tímido.

—mierda, ya rechazaste mi invitación a un tatuaje completamente gratuito…¿rechazarías también una invitación a tomar cerveza y comer alitas?—lo miro coqueto, acercándose para quedar a pocos centímetros.