BOY, I ADORE YOU - KYUWOOK

CAPITULO 23

Fruncí el ceño. De hecho esto es una cosa realmente extraña de preguntar. ¿Por qué creería él que podría interrumpir algo? Sonreí y le miré de manera burlona.

—¿No, por qué? —pregunté confundido.
Él frunció el ceño en desaprobación y negó.

— Puedes dejar de actuar, Ryeowook. ¿Por qué no me lo dijiste? —preguntó, mirando un poco dolido mientras se sentaba en el taburete en el cual estaba yo antes sentado. ¡Bueno esta conversación se hace cada vez más rara por segundos!

—¿Decirte qué? —pregunté, tratando de parecer inocente. Él no sabía lo de Kyuhyun, ¿o sí? Anoche estaba igual de borracho que yo, así que seguramente no sabría nada más de lo que yo sabía, tal vez su nombre, lo que hablé con él...
Él hizo rodar sus ojos.—Sobre tú... y Kyuhyun. —Señaló a Kyuhyun quién estaba sentado allí, tenso e incómodo, de hecho tremendamente triste.

Jadeé mientras gritaba una lista de blasfemias en mi cabeza. ¿Cómo diablos lo adivinó? ¿Qué demonios digo? ¿Puedo contarle lo nuestro? ¿Qué querrá Kyuhyun que yo haga, negar todo o confirmarlo? Sentí nauseas con la preocupación. Podía sentir que mis manos comenzaban a temblar con la tensión mientras dudaba de todo. ¿Y si Hae lo veía como una violación también y se lo dijera a alguien, y si él iba a la policía y Kyuhyun se metía en problemas por ello? En el mejor de los casos él podría perder su trabajo, en el peor iría a prisión.

Abrí mi boca, pero nada salió. ¡Venga, cerebro estúpido, piensa en algo que decir! ¿Por qué no pude nacer como un brujo con la capacidad de volver al pasado? Si pudiera, entonces nunca habría ido a la estúpida fiesta con Chanyeol anoche y luego no estaría sentado en la cocina de Kyuhyun, enfrentando a Hae en sólo me miraba de un modo acusador esperando mi respuesta.
Tragué y sacudí mi cabeza tratando de verme inocente.

—¿Hae, de qué estás hablando? ¿Estás todavía borracho? —pregunté, mi voz se quebró ligeramente como siempre hacía cuando mentía. Él levantó una ceja con la mirada que decía una cosa: «soy tu mejor amigo y sé que estás mintiendo».

Tragué otra vez y miré a Kyuhyun buscando ayuda. Él sería capaz de mentirle; él no se sabía todos sus signos reveladores como sabía de los míos. Él suspiró y se inclinó hacia delante, descansando sus codos en la mesa mientras miraba a Hae.

—No sabía que él tenía diecisiete años. Nos conocimos en el club y cuando Ryeowook me dijo que era estudiante, creí que él hablaba de la universidad. Él pensó que lo había entendido y yo creía que él tenía veintiuno. Otra cosa desafortunada que pasó es que fui asignado a la escuela donde van quiero decir coincidencias. —Él se rió sin ganas—. Esto no debería haber pasado, pero pasó. No sé qué más decir aparte de esto.

Se encogió de hombros, mirándolo tristemente, como si esperara que él fuera a gritarle o a llamar a los polis desde la cocina o algo así.

Sólo me senté allí contemplándole asombrado, ¿él de verdad le dijo todo eso a mi mejor amigo y compañero de estudios? No podía respirar.

Literalmente no podía respirar, mis pulmones comenzaban a arder. Era como si hubiera olvidado inhalar aire o algo así. Comencé a entrar en pánico. No podía quitar mis ojos de Kyuhyun, no quise mirar en dirección a Hae y ver la acusación allí. Había roto definitivamente el código de mejor amigo al no decirle quién era Kyuhyun, pero él me perdonaría, eso lo sabía. Sí, le había hecho daño, pero él me perdonaría cualquier cosa, lo mismo que él sabía que yo lo haría si esto fuera al revés.

Kyuhyun me miró un poco preocupado mientras él de repente agarró mi brazo y se levantó, parándose enfrente de mí.

—¿Estás bien? Te ves realmente pálido —dijo desesperadamente. Tragué fuertemente y asentí, tratando de calmar mi corazón acelerado, pero no podía. Él sonrió de modo tranquilizador y retiró un mechón de mi pelo de mi cara, suavemente, la parte exterior de un dedo persistía en mi mejilla sonrojada.