CAPITULO 26

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Bájame Suho—di la instrucción, tratando de levantarme. Él inmediatamente me bajó entre sus brazos hasta ponerme de pie.

Miré a Sungmin haciendo una advertencia. No quería tener esta pelea frente a mis amigos y avergonzarlo, así que esperaría a que estuviéramos solos para soltarle el sermón. Puse mi mano en su pecho y lo empujé hacia atrás un poco, él estaba parado muy cerca de Suho para mi gusto. La mirada de ira en su rostro era un poquito atemorizante y no quería que pelearan o algo así. Él frunció el ceño y tomó mi mano de su pecho, entrelazando nuestros dedos mientras se alejaba, tirándome a su lado, posesivamente.

Me volví en dirección a Hae, notando que él estaba frunciendo el ceño hacia Sungmin.
—Voy a ir a ver a Sungmin nadar esta noche, por lo que no necesito que me lleves Hae. Los veré mañana, ¿ok? —Sonreí reafirmando lo que decía a Hae y Suho. Suho lucía muy molesto y estaba mirando fijamente a Sungmin. Sacudí mi cabeza, discretamente, diciéndole que no dijera nada sobre lo que había sucedido, yo necesitaba hacerme cargo y no quería involucrarlo a él.

Él me miró rápidamente y asintió, mirando hacia otro lado, con las cejas juntas. —Sip, te veo mañana —murmuró.

—¿Estás seguro que no quieres volver conmigo? —preguntó Hae, poniendo sus manos en sus caderas mientras miraba a Sungmin con un ceño aún más fruncido.

—Estoy seguro —confirmé—, Sungmin y yo tenemos algo que conversar — levanté mis cejas como explicación.
Una sonrisa tiró de sus comisuras, él obviamente había entendido que lo quería hacer pasar un infierno por ese pequeño espectáculo.
—Bien, te recogeré por la mañana —replicó.

Asentí y le sonreí antes de volverme hacia Sungmin y mover mi cabeza indicando que fuéramos hacia su estúpida práctica de natación. Una vez que estuvimos en el pasillo, solos, saqué mi mano de su agarre, airadamente.

—¿Qué demonios fue eso? —lloriqueé, levantando mis manos con exasperación.
Sus cejas bajaron juntas en confusión.—¿Qué? Oh vamos, ¡él tenía sus manos sobre ti! ¿Yo sólo debo dejarlo? —preguntó airado.

—¡Diablos sí! Se supone que lo dejes, Suho y yo somos amigos, nada más. Por el amor de Dios Sungmin, esto es patético y ¡tienes que madurar! ¡No voy a aguantar que este tipo de cosas estén sucediendo todo el tiempo, tienes que confiar en mí o no hay razón para que estemos juntos! —casi grité.

Sus cejas bajaron aún más pero no dijo nada por unos segundos y sólo nos mirábamos uno al otro, ninguno de nosotros quería retroceder. Me rehusé a ser el primero en romper el silencio. Yo no había hecho nada malo. Él necesitaba aceptar que Suho y yo éramos amigos mucho antes de que él y yo comenzáramos a salir y quería mantenerlo así.

Después de un minuto, me miró apesadumbrado y desvió su mirada. La emoción de la victoria viajó por mis venas. Yo siempre me retractaba en este tipo de situaciones. Nunca había ganado una discusión así, por eso estaba más que orgulloso de mi mismo.

—Lo siento, no debí haber dicho nada sobre eso —admitió gruñendo.
Sacudí mi cabeza. Todavía estaba enojado con él y no lo dejaría salir tan fácil. —No, no debiste, Suho y yo somos amigos, puedes aceptarlo o no, es tu decisión. —Levanté los hombros cruzando mis brazos delante de mi pecho, de manera defensiva.
Él asintió y dio un paso al frente, inclinándose levemente para mirarme directo a los ojos. Él plasmó una cara de niñito perdido de nuevo.

—Lo siento, Ryeowook. Soy un idiota, no debería seguir sintiéndome inseguro respecto a ti. —Se acercó y acomodó un cabello desordenado en mi frente.

—Tienes toda la maldita razón y no es sólo conmigo con quien tienes que disculparte —dije austeramente. No iba a aceptarlo sólo porque él me ponía esa cara si quería, realmente tendría que esforzarse para estar conmigo.

BOY, I ADORE YOU - KYUWOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora