CAPITULO 9

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Miré la pantalla de mi teléfono y me di cuenta de que tenía nueve llamadas perdidas y tres textos de Hae. Abrí los textos.

¿Dónde mierda estás? ¿Está todo bien? ¡Contesta el teléfono o llámame!
No te pude encontrar, supongo que te fuiste a casa. Hablaré contigo más tarde. ¡Llámame tan pronto como leas este mensaje!

Suspiré y le envié un texto para decirle que estaba bien, pero que realmente no podía hablar ahora. Prometí llamarlo en la noche en su lugar. Luego le envié un texto a mi mamá diciéndole que estaría con Suho y que cenaríamos, pero que no llegaría tarde.

Nos detuvimos en frente de la casa de Suho, realmente había cambiado, tenía un lindo color café dándole un toque muy sofisticado, hace tiempo que no la veía, bajé del auto y él tomó mi mochila.

-Vamos, experto de la cocina, estoy muriendo de hambre – bromeó en dirección a la puerta principal.

Le sonreí y lo seguí. Me sentí bastante extraño al ver su casa nuevamente, desde que rompimos no había venido. Solía pasar el rato aquí con él antes de que me pidiera salir, así que realmente este era un ambiente totalmente cómodo, no necesitaba acostumbrarme o cosas por el estilo. Dejó las bolsas abajo y me llevó a la cocina, empujándome hacia la nevera suavemente mientras se paraba detrás de mí, descansando su barbilla en mi hombro. Abrí la nevera e hice una mueca al verla casi vacía. Había un paquete de carne molida que estaba en el fondo y por suerte este no había caducado.

-¿Spaghetti a la boloñesa? – Dije, tomándola.Problablemente podría hacer algo decente.

-¡Magnifico! – gritó sonriendo dulcemente.

Mientras cocinaba, él miraba el canal de deportes. No hablamos mucho, además de una conversación cortés. No me pidió ningún detalle ni preguntó el por qué estaba llorando. Una de las cosas que amaba de Suho era que sabía ubicarse y respetar mis espacios. Realmente estaba agradecido. Cuando terminé, le serví, poniendo también un plato para su padre, listo para cuando llegara a casa.

Durante la comida, charlamos un poco sobre su verano. Me contó que su padre se había tomado tres semanas de vacaciones y habían ido a california. Había aprendido a surfear. Hablar con Suho es realmente fácil y cómodo e incluso me las arreglé para no pensar en Kyuhyun por un rato.

Después de un par de horas, cuando mi rostro recuperó su normalidad, me llevó a casa.

-Gracias por todo, de verdad, te lo agradezco muchísimo. – Le dije abrazándolo con fuerza.

- No tienes nada que agradecer, fue muy divertido y gracias por cocinar, de verdad no había comido tan bien desde que nos separamos – dijo con una sonrisa triste y me sentí muy mal, era mi culpa.

Un nudo se puso en la garganta. En realidad no habíamos hablado mucho, más que algún amable texto ocasional, pero nada más.

-De verdad lo siento muchísimo Suho.

Él asintió con la cabeza.

-Si yo también...Ryeowook ¿Crees que podríamos tener otra oportunidad? – Preguntó, mirándome esperanzado.

-Suho...yo... – Iba a decir que no, no podía. Que tenía novio, pero justo en este momento no era así. Quería decirle que estaba totalmente loco por el nuevo profesor de cálculo, pero no podía hacer eso. Por lo tanto no dije nada. Estaba con la boca abierta.

Puso su dedo índice bajo mi barbilla y cerró mi boca. Se inclinó y depositó un amable beso en mi mejilla.

-Está bien, olvida que dije algo.

Estiró su brazo y abrió la puerta.

-Está bien, ya entendí la indirecta, me voy ahora, gracias de nuevo. Hasta mañana.

BOY, I ADORE YOU - KYUWOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora