CAPITULO 40

36 6 0
                                    

Así que, chicos, ¿creen que van a comer mucho hoy? —preguntó mamá, poniendo más pastel de chocolate en mi plato, mirando de mí hacia a Hae con curiosidad.

Gemí y negué con la cabeza, frotando mi estómago hinchado.—Mamá, ¡no puedo comer más!

Gemí, mirándola con ojos suplicantes. Ya me había comido dos rebanadas de pastel de chocolate, un plato de bagatela, un merengue cremoso mezclado con bayas en él y un brownie de chocolate casero doble. De verdad que había comido lo suficiente para enviar a mi cuerpo en un estado de coma por azúcar.

Hae sonrió y tiró de mi plato hacia él.

Amaba mi tradición de cumpleaños y nunca se perdió un almuerzo de mi familia cuando llegaba el cumpleaños.

—Desperdiciar no, no quiero —gorjeó él, metiéndose en ello. Rodé los ojos y me recosté en la silla, mirando mi panza hinchada. Espero no sentirme hinchado todo el día cuando esté con Kyuhyun. Tan pronto como mis pensamientos se volvieron hacia Kyuhyun sentí a mi rostro esbozar una sonrisa y mis manos comenzaron a sudar un poco. Hoy era mi cumpleaños, ya era legalmente un adulto y estaba ansioso por recoger el regalo de cumpleaños que me había prometido. Mi noche con él, sin límites, sin reglas, sólo puro e incorruptible placer. Iba a ser increíble.

Me encogí de hombros y sonreí a mamá. Por lo que a ella se refería, Hae y yo salíamos después del almuerzo y ya no volvería a casa hasta mañana en la noche.

Todo había sido preparado y montado. Habíamos dicho a mis padres que Hae y yo íbamos de compras hoy a la ciudad, luego veríamos un espectáculo y entonces me quedaría en su casa. Suho se había presentado temprano en la mañana, para que pudiera participar en nuestra tradición de «quien puede comer la mayoría de postre sin vomitar».

—Yo podría comprar algunas cosas si vemos algo —mentí, sabiendo que no iba de compras en absoluto.

—¿Estás tomando el dinero de tu cumpleaños? ¿Tal vez veas algo que quieras comprar para la universidad?—sugirió mamá con una sonrisa un poco triste. Ella ya había admitido que no esperaba ansiosa el verme dejar mi hogar.

Asentí, pero sabía que no iba a gastar nada de los $ 150 que obtuve por mi cumpleaños de varios familiares.

—Claro, me lo llevo, nunca se sabe. —Me encogí de hombros, esperando que mi rubor no me delatara.

Mi padre gimió y empujó su plato lejos, poniendo su frente sobre la mesa, pero agarrando el hombro de Suho, apretándolo suavemente.

—Tú ganas, Suho. Tú ganas —gruñó, con su voz amortiguada por la mesa.

Todos nos echamos a reír cuando Suho se puso de pie e hizo una pequeña reverencia, sonriendo con orgullo. Creo que el muchacho ha estado pasando hambre hasta el último día sólo para asegurarse de que este año vencería a mi padre y comiendo exageradamente.

—¡Sabía que iba a ganar por lo menos un año! —chirrió Suho, sonriendo como un idiota.

Mi padre levantó la cabeza de la mesa y lo miró.—El año que viene voy a superar mi record de nuevo. No hay dos años de lucha para ti —afirmó, pero su voz no era muy confiada debido al hecho de que era apenas un susurro.

Le sonreí y rodé los ojos, mirando el reloj en la pared. Cuanto antes termináramos con este pequeño almuerzo, más pronto me podría ir y encontrarme con mi guapísimo novio. Le había dicho que lo llamaría cuando hubiéramos finalizado, pero él había insistido en esperar en su auto en el estacionamiento de la tienda donde normalmente estacionábamos en las mañanas. Hae me llevaría para que se viera como si estuviera con él en lugar de con Kyuhyun.

BOY, I ADORE YOU - KYUWOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora