Narrador omnisciente.
Todoroki quedó en shock al escuchar la voz del otro lado de la línea. Todo su cuerpo se tensó y un gran escalofrío recorrió su espalda.
"¿En serio es Midoriya? Realmente estaba hablando con él." Su voz no era grave; era ligeramente aguda sin llegar a ser molesta. Era relajante hasta cierto punto.
—¿Hay alguien ahí? —Preguntó Midoriya nuevamente al no obtener una respuesta inmediata, sacando a Todoroki de su pequeño trance.
—Eh, claro.—Contestó—. Lo siento —carraspeó con los nervios consumiéndolo—. He llamado para solicitar tus servicios médicos.
Se escuchó un pequeño chillido. —¡Claro! Soy Izuku Midoriya, a tu servicio.
Hubo un pequeño silencio hasta que Shoto captó la señal.
—Shoto Todoroki —Dijo de inmediato—. ¿Podemos vernos en un lugar para discutir todo de manera correcta?
—Podemos vernos en una cafetería cerca de mi instituto. Te puedo mandar la ubicación.—Agregó Midoriya, con un tono de voz entusiasmado.
—Me parece bien. ¿Puedes mañana en la tarde?
Hubo un breve silencio antes de que el pecoso respondiera. —Sí, puedo.
—Está bien, hasta entonces.—Se despidió Todoroki.
—¡Hasta luego! —se escuchó antes de que Todoroki terminara la llamada. Tras hacerlo, dejó escapar un largo y pesado suspiro. No pensó que se pondría en ese estado; era ridículo. Podía hablar frente a miles de personas, incluso negociar con algunos clientes, pero no podía hablar con su amigo de la infancia.
Era totalmente idiota, parecía un adolescente hormonal enamorado, y no era así. Para la mente de Shoto, solo eran amigos. No podía considerarlo de otra manera; solo eran conocidos y ya.
Aunque no podía negar que sentía una especie de alegría por saber que ese chico se encontraba bien, al mismo tiempo le invadía la nostalgia. Parecía que Midoriya no lo reconocía.
Tal vez estaba sacando una conclusión apresurada. Aún no tenían su reencuentro y esos pensamientos hicieron que Todoroki se tranquilizara.
.
El olor a café inundó sus fosas nasales al entrar en la cafetería donde debía encontrarse con Midoriya. Se sentó en uno de los asientos disponibles y pidió su orden mientras esperaba pacientemente.
Todoroki estaría mintiendo si dijera que no estaba nervioso. Lo estaba, y mucho, y se sentía como un tonto por ello.
Su mente estaba siendo brutalmente atacada por muchas preguntas: ¿aún seguiría siendo ese chico risueño y alegre? ¿Habrá cambiado mucho? ¿Lo reconocería?
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por una voz conocida. Cuando giró en la dirección de esa dulce voz, pudo ver la figura de un hombre con rizada cabellera verde, cuatro pecas en cada mejilla y sus inconfundibles ojos verdes. No parecía ser más alto que él. El chico enfrente suyo seguía siendo jodidamente adorable, con un curioso rostro infantil y a la vez madurez en su gesto.
—¿Todoroki-san? —Preguntó Midoriya con una sonrisa de oreja a oreja, visiblemente nervioso.
Todoroki quedó perplejo al verlo en carne y hueso. Puede sonar acosador, pero la noche anterior había buscado sus redes sociales e indagado un poco en su vida.
—¿Se encuentra bien? —Dijo Midoriya, ladeando ligeramente la cabeza al no obtener una respuesta inmediata. Se sonrojó al ver que Todoroki lo miraba detenidamente.
—S-sí, estoy bien.—Respondió Todoroki, señalando el asiento libre frente a él—. Siéntate, por favor.
Midoriya obedeció y, tras pedir su orden, comenzaron a conversar.
—¿Te parece esta cantidad de dinero? —Todoroki le extendió un cheque.
—Es más que suficiente.—Sonrió levemente Midoriya.
—Mañana empezarás. Te mandaré la ubicación de mi hermana para que puedas ir cuando ella te necesite.
—¡Claro! —Midoriya sonrió nuevamente, sorbiendo un poco de su café. Su entusiasmo era contagioso.
—¿Estás libre esta tarde? —Preguntó Todoroki, notando que Midoriya se sonrojaba nuevamente—. ¿Tienes calor? Tu cara parece un tomate.
Midoriya soltó una risa nerviosa. —No, bueno sí, solo un poco. —Comenzó a jugar con sus manos—. Sí estoy libre hoy, ¿sucede algo?
—Perfecto, mi hermana desea conocerte antes.
—Oh. —La sorpresa en la voz de Midoriya formó una pequeña "o" con su boca.
Después de que Todoroki pagara la cuenta—lo cual no fue fácil de convencer a Midoriya—, se dirigieron a la casa de Fuyumi. En el camino, Midoriya miraba por la ventana, como si desease aprenderse el camino. Parecía un niño observando todo a su alrededor.
—Estoy en casa.—Dijo Shoto al entrar al hogar.
Su hermana bajó lentamente las escaleras, sosteniéndose del barandal. —Tú debes ser Midoriya Izuku. —Se acercó a él—. Soy Fuyumi Todoroki, hermana mayor del poker face aquí presente. —Miró a Shoto—. ¡Cuida muy bien de mí! —Sostuvo las manos de Midoriya y sonrió ampliamente.
Asintió muchas veces con la cabeza. —¡Me aseguraré de cuidarla muy bien! —Sonrió igual que Fuyumi.
—Sé que lo harás. ¿No quieren tomar algo de té? Quiero conocerte antes de que comiences con mis cuidados.
—Sería un gusto.
Pasaron la tarde juntos. La mayor parte del tiempo hablaba Izuku, mientras que los otros dos solo escuchaban. Shoto pensaba que algunas cosas en él no habían cambiado. Recordaba cuando lo escuchaba hablar durante horas. No se cansaba de ello y a Shoto no le molestaba; al contrario, le encantaba escucharlo.
Cuando llegó la noche, Todoroki decidió llevar a Midoriya a casa, y este no se negó, no queriendo repetir la discusión de la cafetería.
—¿Aquí vives? —Todoroki se estacionó frente a una gran casa.
—Sí.—sonrió Midoriya—. Gracias por traerme, Todoroki-san. ¡Hasta mañana!
Se despidieron mutuamente con la mano. Shoto observó cómo Midoriya entraba a su hogar y luego se dirigió al suyo.
Aún podía sentir los nervios en su cuerpo. A pesar de mantener una imagen seria, por dentro estaba en pánico al estar frente a la persona que había querido buscar todo este tiempo. Sentía una sensación agridulce. Izuku no parecía recordarlo. Sus pensamientos de la noche anterior no estaban equivocados. Su baja autoestima le causaba un dolor en el pecho por el revoltijo en su cabeza.
¿Significaba que no había sido importante en la vida de Izuku como él lo fue para la suya?
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A tu lado || TodoDeku
Random→La vida de dos niños cambió de manera extraordinaria al encontrarse. Izuku Midoriya se convirtió en la luz que Shoto Todoroki necesitaba en su vida. Siendo apenas unos niños, fueron separados sin poder evitarlo. A pesar de esto, hicieron una promes...