Extra.

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"Pesadilla"

Izuku Midoriya

Recuerdo aquel día. El clima estaba nublado, con indicios de una inminente lluvia y el ambiente fresco. Me encontraba cocinando algo para mí mientras buscaba una película o serie para ver. Quería esperar a Shoto, que siempre llegaba tarde debido a su trabajo. Sabía que, al verme despierto tan tarde, probablemente me regañaría, pero solo quería pasar unos momentos con mi pareja. Desde que se convirtió en jefe de su empresa familiar, nuestro tiempo juntos se había reducido notablemente, lo cual me deprimía.

Shoto a menudo me decía que trabajaba tanto por el bien de ambos, y aunque no me quejaba y quería lo mejor para él, también deseaba estar a su lado más tiempo. Sin embargo, en esos breves momentos juntos, era feliz.

Era temprano, apenas eran las 6:00 pm, y ya estaba listo para continuar con mi rutina. La mesa estaba preparada con lo que iba a consumir y la serie en el televisor ya estaba lista. Me dispuse a relajarme en el sofá, ya que era mi día libre. Aunque amaba mi trabajo, necesitaba un descanso. Mi tiempo de ocio se vio interrumpido por una carta sobre la mesa.

Me pareció extraño, ya que no la había visto al colocar mis alimentos. Un escalofrío recorrió mi espalda. Con un poco de temor, tomé la carta. Una parte de mí pensaba que era de Shoto, pero no sabía si su contenido sería bueno o malo, o si mi imaginación estaba fuera de control.

Al abrirla y leer su contenido, suspiré aliviado. No era nada del otro mundo, solo una dirección desconocida para mí en Japón. La carta también indicaba una hora y una fecha, y me di cuenta de que hoy era la fecha indicada.

Pensé que tal vez era una sorpresa de mi novio, ya que nuestro aniversario se acercaba. Me alisté y, ya preparado, salí de nuestro departamento para ir al lugar indicado.

Tardé mucho en llegar. Era un lugar alejado, y cuando finalmente llegué, me encontré ante una gran casa que parecía abandonada. Al entrar, mis sospechas se confirmaron. El ambiente era tenso y el olor horrible, como si hubiera un cadáver. ¿Por qué Shoto me traería hasta aquí?

Me adentré más en el lugar, un gran error de mi parte. Empecé a escuchar sonidos que se dirigían hacia mí y, en el marco de la puerta, apareció la figura de un hombre.

—Hola, querido Izuku, mucho tiempo sin verte.

Al escuchar su voz, no pude evitar sentir un gran temor y un dolor en el pecho debido a los nervios o posible ansiedad que estaba sintiendo.

—Oh, chico, te ves muy pálido, es como si hubieras visto un fantasma. ¿Acaso mi hijo no te alimenta bien?

Intenté correr hacia una salida, pero no había ninguna. La única que había, por alguna razón, ya no estaba ahí.

—Vamos, chico, así no se trata a los viejos amigos. No seas tímido.

—Tú... Tú estás en la cárcel. ¡Déjame en paz!

—Solo quiero jugar contigo.

Miré al suelo y empecé a analizar la situación. Aquella persona era Enji Todoroki, el padre de mi pareja. Los recuerdos de lo que me hizo pasar volvieron a mi mente. Mi pecho se comprimía y cada vez me costaba más respirar. Se suponía que este hombre estaba en la cárcel, ¿qué demonios hacía aquí? Shoto no me haría pasar por esto, confío en él. Pero en ese momento, no sabía qué estaba sucediendo.

Se acercó a mí y, al querer tocar mi rostro, su mano traspasó mi mejilla.

—Aún recuerdo todo lo que me arrebataste. ¿Eres feliz? Tienes a mi hijo, mi empresa y mi fortuna.

Tras decir eso, intentó golpearme, pero por suerte pude esquivar el golpe. Mi cuerpo pesaba cada vez más y mi vista comenzaba a nublarse.

—¿Así lo quieres, eh?

Desapareció unos segundos e intenté escapar, pero antes de poder hacer algún movimiento, sentí un gran dolor en mi pecho. Al tocarlo, vi sangre en mi mano. Caí al suelo y, al mirarlo, vi que tenía una gran sonrisa. Parecía disfrutar verme sufrir. Después de eso, todo se volvió negro.

[...]

De repente, me desperté agitado. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que estaba en mi habitación. A un costado, mi novio dormía. ¿Acaso solo fue un sueño?

Al parecer lo desperté por lo asustado que estaba, hasta el punto de llorar.

—¿Te encuentras bien, pequeño?

—Sí, sí lo estoy, pero ¿hace cuánto llegaste? Ya te extrañaba.—Sonreí intentando secar mis lágrimas.

—Hace unas dos horas. Cuando llegué, estabas recostado en el sofá, así que te cargué y te traje a la habitación. Pero eso no importa. Lo que importa ahora eres tú, ¿qué soñaste?

Le conté todo mi sueño, y se sorprendió un poco por lo que le contaba, como si fuera sacado de una película de terror, según sus palabras.

A pesar de haber pasado un mal momento, solo fue un simple sueño.

A tu lado || TodoDeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora