—Ya nos tenemos que ir.—Comentó un alegre Izuku, levantándose de su asiento acompañado por Shoto.
El bicolor, con una sonrisa cariñosa, dejó a Kagari, su sobrina, en los brazos de Fuyumi. La bebé, al notar la separación, comenzó a llorar, extendiendo sus bracitos hacia su tío.
—En un rato volveré, Kari.—Dijo Shoto, pellizcando levemente la mejilla de su sobrina—. No tardaré, lo prometo.
Las palabras de Shoto parecieron calmar a la pequeña, que pronto se distrajo con los juguetes sobre la mesa.
—Siento tanta envidia de que Kagari prefiera a Shotito.—Bufó Touya, mientras observaba la escena con una mezcla de celos y resignación.
—Shou-chan es un amor.—Respondió el pecoso, escondiéndose detrás de Toshinori. Shoto, por su parte, evitaba el contacto visual con los presentes, intentando pasar desapercibido.
—Tómenlo con calma, no se sientan presionados, ¿de acuerdo? —Dijo Toshinori con una dulce sonrisa.
Ambos asintieron con una leve sonrisa antes de salir de la casa de Izuku.
Aquél día, toda la familia Todoroki y la familia de Izuku se habían reunido. La familia de Izuku estaba conformada por Toshinori, su hermano Kacchan, su hermana Melissa, su tío David y sus dos mejores amigos, Ochako e Iida. David había sido transferido a Japón hace unas semanas para pasar más tiempo con su hija Melissa.
Era la primera vez que se organizaba una reunión que uniera a las dos familias desde que se hizo oficial el noviazgo de Izuku y Shoto. Tras semanas de insistencias por parte de Melissa y Touya, finalmente habían conseguido reunir a todos. Sin embargo, ese día, la joven pareja tenía planes propios.
Al salir de la gran casa de Izuku, Shoto respiró con alivio la tranquilidad del exterior. No estaba acostumbrado a convivir con tantas personas durante largos periodos, y el pecoso se rió al observar las reacciones de su pareja al verse fuera de aquel bullicio.
Ambos se dirigieron al auto de Shoto, listos para dirigirse al lugar que habían planeado para ese día especial.
La pareja se sentó frente a la lápida de Rei Todoroki, donde Shoto había dejado un hermoso ramo de flores. El bicolor observó la lápida con una mezcla de tristeza y determinación, mientras Izuku permanecía a su lado en silencio, ofreciéndole su apoyo.
Durante mucho tiempo, Shoto había evitado visitar a su madre, temeroso de que ella pudiera culparlo por el dolor que había sufrido a lo largo de su vida. Sin embargo, gracias a Izuku, se dio cuenta de que esos temores eran infundados. Después de más de un año de conocer la verdad, por fin había encontrado el valor para hacer esta visita.
Shoto miró fijamente la lápida, esforzándose por contener las lágrimas que amenazaban con brotar. La magnitud de la situación le resultaba abrumadora.
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A tu lado || TodoDeku
De Todo→La vida de dos niños cambió de manera extraordinaria al encontrarse. Izuku Midoriya se convirtió en la luz que Shoto Todoroki necesitaba en su vida. Siendo apenas unos niños, fueron separados sin poder evitarlo. A pesar de esto, hicieron una promes...