10.

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Izuku Midorya

—¿Qué acabas de decir?—La cara de Toshinori era una combinación de tristeza y enojo. Aunque trataba de mantenerse tranquilo, sabía que por dentro estaba todo lo contrario. —¿Recuerdas lo que sucedió?

—No...—Cuánto odio no poder recordar nada, pero al mismo tiempo lo agradezco. Sin embargo, en estos momentos odio hacerlo. Solo bajé la mirada; me siento muy inútil ahora.

—Necesito saber todo lo que sabes, ¿dónde lo viste?

—En la reunión de la familia Todoroki, allí estaba ese infeliz.—Suspiré mientras contenía las ganas de llorar.—Vi sangre en mis manos, en todos lados y a...—Las lágrimas brotaron nuevamente.—Mamá.

—Es suficiente, Izuku.—Acarició mis verdes cabellos mientras me abrazaba nuevamente.—Me encargaré de esto.

Se separó de nuestro abrazo y sonrió, intentando tranquilizarme, pero fue en vano. En mi interior hay una ola de emociones negativas. ¡¿Cómo quiere que esté tranquilo cuando el asesino de mi madre sigue allá afuera?!

Tengo que hacer algo para que ese maldito se pudra en la cárcel por lo que hizo, por lo que me arrebató.

—Izuku, voy a salir.

La voz de Toshinori interrumpió mis pensamientos.

—Me encargaré de esto.—Me sostuvo de los hombros y me miró fijamente. Su mirada me dio un leve escalofrío.—Quédate aquí.

—Pero yo también quiero.

—No, si lo que dices es cierto, esto puede tornarse muy peligroso para ambos, y le prometí a tu madre que cuidaría de ti a cualquier costo. Así que quédate aquí y no hagas nada. Yo solucionaré todo, te lo prometo.

No contesté, me quedé mirando a la nada mientras escuchaba a lo lejos cómo se cerraba la puerta. Tal vez tenga razón, no debería involucrarme en todo esto y solo no hacer nada.

Pero no haré eso. Yo también me encargaré de este asunto y haré justicia. No me quedaré de brazos cruzados esperando a que ese maldito me arrebate a otro ser querido, ya no más.

Todo este tema hace que mi estómago se revuelva y tenga unas infinitas ganas de llorar. Mi pecho se comprime cada vez que respiro. Solo quiero descansar.

 Solo quiero descansar

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Shouto Todoroki

—Tú debes ser el amigo guapo de Deku.—Dijo una chica castaña, mirándome fijamente con una gran sonrisa.

—Ochako, eso es muy irrespetuoso.—Bufó el chico de lentes.

—Eres un celoso, cariño.—Respondió ella, apretándole una mejilla hasta que él soltó un quejido. Su expresión de diversión rápidamente cambió a una de preocupación.—No sabemos nada de él desde hace algunos días y estamos muy preocupados.

—Desde hace semanas ha estado fuera de sí. Intentamos averiguar la razón, pero no obtuvimos respuesta, así que dejamos de insistir y le dimos su espacio. Pero esto ya es preocupante, él es un chico responsable, nunca faltaría sin razón.

—Lo buscaré para saber qué sucede.—Dije firmemente.

Sin obtener respuesta de ninguno de ellos, salí de la cafetería de la universidad y me dirigí a mi auto. Ya sabía a dónde ir.

Una vez frente a la puerta de su casa, me dispuse a tocar, pero nadie abrió de inmediato. Volví a insistir y, finalmente, la puerta se abrió, mostrando a una chica rubia de ojos azules, más alta que Izuku. Me miró de pies a cabeza antes de sonreír dulcemente.

—Debes ser un amigo de Izuku, Todoroki, ¿no es así? Él ha hablado mucho de ti.—Dijo, haciéndose a un lado de la puerta.—Adelante, siéntete como en tu casa.

Midoriya ha hablado de mí a muchas personas, lo cual me hace sentir feliz, significa que me aprecia o eso quiero pensar.

—Por cierto, soy Melissa Shield. Supongo que vienes para saber de Izu. Está arriba en su habitación. No te perderás; en su puerta tiene un póster de un superhéroe.

—¿All Might?

—Ese mismo.—Sonrió.—Confío en ti.

Asentí y subí las escaleras hacia su habitación, que no fue difícil de encontrar. Como Melissa dijo, había un gran póster en una de las puertas del pasillo.

Amo esos pequeños detalles de su personalidad que lo hacen tan adorable. Concéntrate, Shouto Todoroki; vienes aquí por un objetivo.

Antes de tocar la puerta, esta se abrió y de inmediato sentí un cuerpo aferrándose a mí.

—¿Por qué tardaste tanto?—Dijo entre lágrimas.—Te necesitaba, Shou-chan. Lo lamento tanto.

—Pequeño, no tienes que disculparte. No has hecho nada malo.—Le correspondí el abrazo mientras trataba de limpiar sus lágrimas.

—Me desaparecí mucho tiempo, debiste estar muy preocupado por mí. Lo lamento. También descuidé mis estudios. Soy una pésima persona.

Me separé de él y sostuve una de sus manos para guiarlo dentro de su habitación, donde lo hice sentarse en su cama.

—Ahora sé que estás bien y eso me tranquiliza.—Sonreí y continué limpiando sus lágrimas que aún caían por sus pecosas mejillas.—¿Puedo saber qué te está pasando? Si no quieres decirme, lo comprendo. Aquí estaré para ti.

—Espera.—Volvió a abrazarme con la misma fuerza que hace unos instantes. Yo correspondí el abrazo, extrañaba tanto tenerlo entre mis brazos, pero odio verlo en este estado. Quiero que vuelva mi Izuku feliz y soñador.

Espero que confíe en mí y me dé la oportunidad de ayudarlo en lo que sea que tenga inquieto a su corazón.

Después de unos minutos, se separó de mí y limpió sus lágrimas. Me sonrió levemente, dándome a entender que ya estaba mejor. Dio un largo y profundo suspiro. Vi cómo su mirada se volvía a apagar y las lágrimas en sus ojos luchaban por salir, pero él no se permitía llorar otra vez. Sin más, comenzó a contarme todo lo que estaba pasando. En ocasiones paraba para tranquilizarse y evitar un ataque. Aunque no me lo habían dicho, sabía muy bien cuándo alguien está a punto de colapsar de esa manera.

Lo sé muy bien.

—Te ayudaré.—Dije firmemente una vez que terminó de contarme todo.

A tu lado || TodoDeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora