15.

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Narrador omnisciente.

Los paramédicos llegaron rápidamente hasta ellos para atenderlos.

El sonido de la sirena de la ambulancia ponía a Izuku cada vez más nervioso. Delante de él, Shoto estaba en una camilla con una mascarilla de oxígeno, mientras los paramédicos trataban de controlar la hemorragia de su herida en el pecho.

El peliverde sostuvo la mano de Bakugo, quien no se quejó por la acción de su amigo debido a la delicada situación. Midoriya no podía evitar sentirse culpable por haberlos puesto en esta situación tan peligrosa para ambos.

Ver a su Shou-chan en ese estado hizo que recordara nuevamente todos los momentos con su madre mientras vivía en aquellos departamentos a su lado, sobre todo, recordó bien ese fatídico día. Miró a Shoto, agobiado por las imágenes que pasaban por su mente, y de repente vio a un pequeño Shoto sonriendo con un peluche de All Might.

Espera un minuto, ¿se conocían de pequeños?

La cabeza de Midoriya comenzaba a doler por el esfuerzo que hacía para recordar más sobre su infancia. Esta vez pudo recordarlo todo. Ignoró los recuerdos de su madre, ya que un ataque no sería conveniente en esa situación y tenía que mantener la calma. Eran amigos, grandes amigos. Se sentía tan inútil por no haberlo recordado antes. Las piezas en su cabeza se fueron armando. Eso explicaba muchas cosas.

Ahora deseaba con todas sus fuerzas, más que nunca, que Shoto estuviera bien. Lo amaba y admiraba demasiado como para dejarlo ir. Tenían que estar siempre juntos. Múltiples lágrimas resbalaban por sus mejillas, que de inmediato fueron removidas. ¡Tenía que ser fuerte!

Una vez llegaron al hospital, Todoroki fue trasladado a urgencias para una operación de emergencia, mientras que Midoriya iba a ser atendido por un médico para tratar sus heridas y hematomas. Bakugo también fue atendido por los pequeños raspones que tenía.

Minutos después, entraron Toshinori, Kirishima y Melissa. Al ver a Midoriya, se acercaron para saber su estado y, como si verlos fuera un detonante, Izuku comenzó a llorar mientras se acercaba para abrazarlos.

Kirishima se acercó a Bakugo para saber su estado. El pelirrojo no pudo evitar soltar algunas lágrimas, asustado y preocupado tras enterarse de que el rubio estuvo implicado en el rescate de Midoriya y que alguien resultó herido de bala.

Casi de inmediato, aparecieron Natsuo y Touya preguntando por Shoto.

Shoto fue intervenido en una cirugía para remover la bala de su pecho. Estaba en un estado delicado debido a la excesiva pérdida de sangre y el lugar donde se hallaba. Por suerte, la bala no había afectado ningún órgano importante a pesar de estar en un lugar tan delicado como el pecho. Cuando terminaron con la cirugía, fue llevado a terapia intensiva.

Los doctores no tenían muchas esperanzas de que sobreviviera esa noche debido a la gravedad de la herida.

Todos los presentes quedaron en shock, especialmente Izuku, quien comenzó a sufrir un ataque de ansiedad. Aunque fue atendido nuevamente por los doctores, se resistió a recibir ayuda y se dirigió a la habitación de Shoto. Apenas conectado a intravenosas y con una mascarilla de oxígeno, no dudó dos veces en estar a su lado y sujetar su mano.

Así no era como tenía que acabar todo.

Shoto caminaba sin un rumbo específico, rodeado de césped y un cielo azul adornado con varias nubes

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Shoto caminaba sin un rumbo específico, rodeado de césped y un cielo azul adornado con varias nubes. Todo era tan pacífico y calmado que solo se escuchaba el sonido del viento acariciando el césped. Deseaba quedarse en ese lugar para siempre, lejos de todos los problemas y traumas de su vida.

Estaba a punto de recostarse en el suelo cuando, a lo lejos, visualizó a una mujer de espaldas con el cabello largo y tan blanco como la nieve. Cuando la mujer se giró, vio a su madre. Rei extendió sus brazos hacia él con una sonrisa plena en su rostro. Shoto no dudó en correr a los brazos de su madre. Las hebras de su cabello bicolor comenzaron a ser gentilmente acariciadas, un tacto tan familiar y añorado. Acunó su cabeza en el cuello de su madre, disfrutando el dulce contacto.

Tras un largo tiempo, se separaron. Shoto sonrió mientras dejaba salir todo lo que había guardado durante tanto tiempo. Sus lágrimas eran removidas por la albina mientras ella reposaba sus manos sobre sus pálidas mejillas.

—Mamá, no sabes cuánto te he necesitado. Me has hecho tanta falta.

—Lamento dejarte a ti y a tus hermanos.—Dijo con nostalgia en su voz.

Volvieron a unirse en un abrazo.

—Me quiero quedar aquí, contigo. Este lugar es tan pacífico.

Rei negó con la cabeza.

—Tú no perteneces aquí.

—Pero...

Se separaron de la zona de confort que habían creado.

—Aún hay personas que te necesitan —Dijo Rei, haciendo que Shoto volteara. Sus ojos se agrandaron ligeramente al ver a Midoriya llorando a su lado, murmurando cosas.

En ese preciso momento, recordó a quien se debían sus sonrisas de los últimos meses, a quien le daba motivación para seguir adelante, y, sobre todo, la persona que iluminó su vida lúgubre nuevamente.

—Estarás bien. Es un buen chico.—Rei acarició la suave mejilla de su hijo.—Tienes que regresar.

Shoto asintió mientras sonreía levemente. Su madre tenía razón.

Frente a él apareció Izuku, quien le extendía la mano con una deslumbrante sonrisa. Miró por última vez a su madre, quien tenía una leve sonrisa. Ella solo asintió y dirigió su mirada a Midoriya.

Shoto abrazó por última vez a su madre antes de ir hacia Midoriya y sostenerle la mano.

Una luz blanca lastimó sus ojos, haciéndole utilizar su mano para desviar la luz que caía sobre él. Aún no había terminado de enfocar su vista cuando sintió que alguien lo abrazaba con delicadeza.

A tu lado || TodoDeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora