Estábamos por sobre su cama, y mi cuerpo sobre el suyo, el estaba solo usando sus pantalones y sentía su piel cálida contra la mía. No podía resistir el tocarlo, tenía que tocar sus brazos, su abdomen, todo su tonificado torzo. Iba enmarañando a la vez su cabello castaño oscuro, y amaba sus torpes y pequeños movimientos por sobre mi cuerpo.
-Prepárate para esto. - dije quitando mi brazier, los ojos de Jai cambiaron de tamaño en cuestión de segundos y se tornaron aún más grandes. Primera vez que sus manos reaccionaron y fue para tocarlos, parecía un niño viendo senos por primera vez, era un momento caliente pero no quitaba lo gracioso de su inexperiencia.
Me pego bien a su cuerpo tomándome fuerte por la cintura, y aunque era de reacción lenta, pude asegurar en ese momento que hay una parte de el que enseguida se vio estimulada, y por el brillo de sus ojos sabía que no faltaba mucho.
-Dejame apagar esto. - dijo Jai apagando la luz, dejando solo la luz tenue de un velador junto a su cama.
En la oscuridad, desabroche su pantalón y los baje hasta su rodilla. Wow, verdaderamente estaba listo, sus boxers blancos no permitían que mucho quede a la imaginación. Puse mi mano por sobre el prominente bulto.
-Aguarda. - me puse de pie y busque en mi cartera, la protección necesaria para no correr riesgos. Sabía que hoy sería y tenía que estar preparada.
-Me has salvado. - exclamó con una sonrisa ladeada y luego que me despoje de mi última prenda, se acomodo con ambas manos por sobre su cadera para luego, abrir torpemente el envoltorio.
-Dame eso. - dije quitándolo y rasgando rápidamente con mis dientes, el envoltorio. No estaba segura de si el sabia como esto se hacía, asique libere su ereccion para luego, colocarle el condon.
-¿E-estas lista?. - pregunto con nerviosismo.
Me rei.
-¿Tu, estas listo?
Jai no contesto, tan solo se introdujo lentamente dentro mio, se detuvo y soltó un leve gemido. Yo puse mís manos por sobre sus hombros y también me moví lento, quería que sienta todo el placer segundo a segundo sin perder nada.
-¿Te gusta?. - le pregunte mientras miraba a sus ojos, su mirada estaba en la mía, debía de ser uno de los primeros con los cuales mantenemos este contacto visual, hay tantas caricias de por medio, tenía un trato inexperto pero algo tierno.
-Se siente muy bien. - confesó entre risas.
Comenzamos a acelerar un poco el ritmo, sus embestidas estaban siendo más profundas y por supuesto también se sentía bien, dios había sido considerado para lo que respecta a cualidades con Jai. Jai retiro una de sus manos de mi cadera y la colocó por detrás de mi cabeza, haciendo que me acerqué a el, y comenzó a besar mi cuello.
Sus grandes y carnosos labios estaban recorriendo la zona con conocimiento, y la intervención de sus dientes, hacían de esto pasar de placentero a hacerme agonizar del placer, ¿me estaba marcando?, yo no era suya, no podía irme con esto, pero no quería que se detenga.
-Jai. - exclamé entre gemidos.
Jai no me contesto, siguió su obra pero ahora dirigió su boca por sobre mi clavícula. Ahora estábamos incorporados en la cama, sentado con la espalda contra el respaldar, y yo por sobre su regazo, mientras el me penetraba una y otra vez.
Habían ciertas acciones que demostraban su inexperiencia, pero admito que me gustaba dominarlo, guiarlo, ser guían conducía los movimientos.
Luego de besos incesantes, mordiscos y gemidos no reprimidos, sentía la debilidad bajo mis piernas, esto estaba por culminar y había sido de veras muy bueno.
-Y-ya me estoy por venir., - anticipo Jai.
No respondí, estaba demasiado extasiada para emitir alguna palabra más allá de los sonidos guturales que salían de lo más profundo de mi garganta. Estaba aferrada a su espalda temblando, mi cuerpo estaba débil, y de un segundo al otro, a la vez que Jai, me vine.
-¿Te gustó tu primera vez?. - pregunte sonriendo y besando sus hombros.
-¿Acaso no te diste cuenta lo mucho que me gustó?. - contestó abrazándose por mi cintura y dejando su cabeza por sobre mi hombro.
-Deberíamos bajar, ¿no?. - pregunté ahora tomando su rostro para mirar en sus ojos.
Jai hizo un puchero.
-Si, antes que vengan a molestar. - resoplo.
Jai se salio de adentro mio y yo me puse de pie para tomar mi ropa. Me vestí lo más rápido posible y el fue hasta su baño para deshacerse de la protección ya usada.
Acomodo por encima su cama, ordenado hasta el último momento.
-Ya te ha quedado marcado. - dijo mientras miraba el lado de mi cuello.
Me rei y toque mi cuello.
-No es justo, yo andaré por ahí marcada como una vaca y tu estas limpio.
-No es mi culpa que seas lenta. - bromeó besando mi cabeza. Increíble, ya ha tenido sexo y ahora la lenta soy yo.
