Capítulo Veintisiete

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Denver. Colorado. Se veía hermoso, un estado conocido por ser tan frío, con la nieve como si apenas fuese un fantasma. Este era por mucho, el mejor verano de mi vida, y estoy segura de que para Jai es así también.
Disfrutaría más de este día, si no me sintiera tan mal cómo me estaba sintiendo. Jai iba conduciendo, para que yo pudiera descansar. Estaba con las rodillas por sobre el asiento, abrazando mis rodillas y Jai tenía su mano por sobre la mía, estaba algo preocupado por mi.
-No tomaré más, lo juro, es cómo si tu hubieses comido esos pimientos y yo estoy sufriendo las consecuencias.- dije riendo.
-¿Pero que es lo que sientes exactamente?. - pregunto mirándome y luego estacionando el carro, habíamos encontrado hotel.
-Me duele el estómago Jai y siento que si abro la boca por más de 1 minuto voy a vomitar.
Jai frunció sus labios y luego bajamos. Estábamos en Colorado, lugar donde todo el país viene a esquiar, el hotel tenía estilo rústico, cómo si fuese una cabaña.
Al entrar a nuestra habitación lo primero que hice fue tirarme sobre la cama, era tan cómoda.
-Jai, viste lo que la encargada de recepción dijo, podemos pedir el desayuno en la cama.
Jai se río y se inclinó sobre mi con sus man por sobre mis rodillas. - pero si tienes malestar, no puedes comer.
-Es malestar si, pero tengo hambre. - descolgue el teléfono. - ¿buenos días?, quería saber las opciones del menú para desayunar..
Uno de los mejores desayunos, siempre que comes algo preparado por otro parece más rico pero lo juro, era delicioso. Café, huesos, tostadas y chocolate caliente, todo el buen físico de Jai se iría en dos bocados, habíamos comido realmente demasiado.
-Ahora no puedes quejarte de que te sientes mal eh. - dijo Jai suspirando por lo mucho que habíamos comido.
-Me sigue doliendo, tal vez si intento vomitar, se pase.
Mis suposiciones,  eran desacertadas, llevaba vomitando largos minutos, era insufrible, y Jai estaba en la puerta del baño entre la habitación y el baño. Jai insistía que debíamos ver al médico, era extremista.
-Dejame buscar en mi bolso.. seguro tenga alguna píldora que me alivie, traemelo. - le pedí desde la cama.
Jai me lo alcanzó y se sentó junto a mi. Cuándo lo abrí y busqué entre mis cosas, vi algo que me hizo alterar. Fue cómo si mi respiración hubiese parado por un segundo, ahora me dolia el estómago pero de los nervios que me consumieron de un momento al otro. Jai me miró sin comprender.
-Jai. - dije elevando el tablero ante sus ojos, Jai comprendió en un segundo, acto seguido tomó su rostro entre sus manos.
-Megan están llenas.
Estaba en shock, no había pasado por mi mente eso, no era una idea que barajaba.
-¿P-porqué no las tomaste?. - preguntó intentando sonar calmo.
-Porque, porque, contaba con que te cuides tu y. - jai me interrumpió
-¡PERO NO SIEMPRE HA SIDO ASI!, OH DIOS MÍO. - ahora ni podía intentar estar calmo, estaba evidentemente alterado.
-No, no pensemos eso Jai, puede ser una coincidencia.
-Tu período, ¿ha llegado?
Me puse aún más nerviosa que antes.
-S-soy irregular por lo tanto lo tomé como algo común.
-OH dios mio, oh dios mio. - repetía Jai caminando de un lado al otro por la habitación, sosteniendo su rostro entre sus manos, estaba alterado, me alteraba más.
-Tenemos que ir a la fármacia, comprar un test Jai, deja de alterarte, nada está dicho.
-Es que últimamente no hemos tenido prevención, te sientes mal y tu período, no no, ¿que haremos Megan?, piensa en Johnson, nuestros estudios, somos demasiado jóvenes.
-¡Eso lo hubiésemos pensado antes! Las cosas no pasan porque si, de todas maneras no está nada dicho, y cuándo pasó pasó, si fuimos grandes para tener sexo tenemos que ser grandes para saber manejar esto.
-Tienes razón, tienes razón. - dijo acercándose y tomando mi rostro entre sus manos. - debo calmarme, perdoname.
-Entiendo, enserio. - dije acariciando su mejilla. - hay que terminar esto, e ir por un test.
-¿No prefieres ver si se pasa y luego comprarlo?, tal vez.
-Jai, no hay tiempo que perder, por favor.
-Iré yo, quedate aquí tomando reposo amor, preguntaré por la farmacia más cercana.
-De acuerdo.
La espera fue eterna, los minutos no pasaban más, era como si el reloj se hubiese estancado en la misma hora y no pensaba avanzar. Mi estómago era un nudo de nervios y podría asegurar que estaba sudando frío. Pensaba todo lo que un bebé implicaba, que aunque la relación de Jai y mía este en su mejor momento, no estábamos en la estabilidad cómo para un niño. Mi hermano si podría arrancar la cabeza de Jai por esto, y no puedo imaginar si mi madre vuelve y sabe algo así. Todo estaba mal, todo estaba fuera de lugar, necesitaba despejar esta gran duda, necesitaba aprender de este error sin que sea demasiado tarde. Jai entró en la habitación, tenía el test en la mano, había llegado la hora.

One more night (Jai Brooks y Tu) *Janoskians ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora