Capítulo Veintitrés

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El ruido de la lluvia, que tanto amaba, el ruido de la lluvia escurriendose por los ventanales enormes de este hotel, donde estábamos en nuestro segundo día de escapada. Mientras más oía cómo llovía, quería dormir más, pero la ausencia de Jai en la cama me hizo abrir los ojos en busca de el.
Estaba tranquilamente sentado frente al ventanal, que daba la vista nada más ni nada menos que la zona costera, seguiamos en California aún. El contacto del piso frío con mi pie descalzo me causó un pequeño calosfrio, tome de la silla el buzo de Jai, ni bien lo pase por mi nariz sentí su agradable aroma a el. Lo abrace desde atrás por el cuello inclinándome sobre su silla, le di un beso en la mejilla, no quería quitarlo de su concentración cuándo dibujaba.
Jai giro su rostro y me sonrió.
-No quiero interrumpir. - le explique.
-No es así, ya he dibujado por mucho mientras dormías. - dijo indicando que me siente por sobre su regazo.
-Que lindo te salen. - tome su cuaderno. - aun no creo que nadie te enseño.
-Nadie me enseñó a mi, pero yo te puedo enseñar a ti. - dijo sonriendo.
Pase mi mano por su rostro y la deje en su nuca haciendo leves cosquillas con mis dedos.
-Por más que intentes enseñar soy mala alumna.
-Se que eres traviesa, pero puedo intentar.
Me puse de pie y me dirigí hacia mi bolso.
-No son los dibujos mi tipo de arte.
Jai elevó una ceja sin entender.

La tempera celeste, mezclada con la verde manzana y la naranja, en la paleta que sabía que no era un error comprar cuando estuvimos en la feria la otra noche.
Llene de tempera el pincel y lo pase por su pecho, Jai río, echaba recostado sobre el piso de madera sin su playera y yo sentada por sobre suyo, no que tipo de rara improvisación me estaba dejando hacer con el, pero luego costaría quitarlo.
-Te odio no tendrías que sacarme un si tan fácilmente. - se quejo pasando su mano por el pecho y pasando la palma por mi rostro, ahora manchandolo con esa mezcla de colores. Tenía el cabello recogido bien alto pero aún así no me importa, debía ser justo. Tomo el pincel y lo paso por mano, era una especie de avatar edición carnaval.
-Dejame hacer un corazón. - dije riéndome mientras Jai sostenía mi muñeca en el aire y yo forcejeaba para poder llevar el pincel a su rostro. Giro la mejilla y una mancha distorsionada quedo ahí. Me puse de pie para salir corriendo pero el fue más rápido y me tomo entre sus brazos. Sabía que no me soltaria más. Hizo que eleve mis brazos por sobre mi cabeza para tirar el buzo lejos y dejarme en mi ropa interior tal cual me había despertado en la cama que compartimos. Sus besos eran largos y continuós, amaba como acunaba mi rostro entre sus manos y nos íbamos dirigiendo para la pared. Mis manos frenéticas desde su pecho hasta sus rizos y luego por su cuello bajando por su gran y tatuada espalda mientras besaba mi cuello, con su característica pasión. Mis pies se iban levantando porque me había alzado en sus brazos, y tan solo se limitaba a besarme de este modo que amo. Embestidas delicadas y algo románticas, tal vez más que nunca, por esta armonía y tranquilidad entre nuestros cuerpos de la soledad y libertad de saber que es nuestro tiempo pero estar juntos, nuestro derecho a tener nuestro amor. No podía describir cuanto lo amaba, y como Segundo a segundo sabía que era l que nunca espere pero siempre necesite.
Sus grandes y cálidos labios atrapando los míos y guiandolos en su juego de lujuria pero que tiene sus matices de amor, nos amabamos, y cada encuentro era una celebración de este amor.

Estábamos en Arizona. La vida nocturna de aquí era agitada y distinta a la que conocemos. Hay muchos bares extranjeros y extranjeros en los bares. Tequila, cerveza, bebidas blancas y mucha gente bailando pegada, estábamos en el bar con Jai, habíamos tomado Tequila y se que algunas mezclas que los mexicanos que la mesa junto nos habían ofrecido. Mi iPhone sonó, era Jack, pero junto a mi teléfono vi la bolsa que venía trayendo de lugar a lugar, hoy lo haría. Quite uno de los cigarrillos y Jai hizo esa expresión donde tensa su mandíbula y se marcan los oyuelos.
-Solo por hoy. - le dije quitando uno y poniéndolo en su boca. - necesitaremos fuego.
Quienes nos dieron fuego también eran de los Angeles, era una pareja que tenían unos 23 años y eran muy agradables. Ellos también fumaban, y supongo que esa fue la razón por la cual Jai no se negó. Supongo que fue su primera vez fumando marihuana, pero estaba tan encendido con Dave, el muchacho que estaba junto a nosotros que no tenía noción completa. A esta pareja le gustaba la misma música que a Jai, y nos han invitado con sus amigos, donde se reúnen los sábados.
-Nunca he viajado en moto. - dije quitando el cabello de mi rostro riéndome, estaba demasiado ida de mi misma.
-Sujetate vamos - dijo Jai ya aferrándose de Dave. Dave tenía ambos brazos llenos de tatuajes y el cabello hasta por los hombros. Stella me llevaba a mi en su motocicleta, íbamos a la par a toda velocidad. Nunca había escuchado una canción de nirvana hasta hoy completa, a veces encontraba a Jai oyendo pero no le daba la atención completa.
-¿Como se llama?. - pregunte frotando gritando a Stella debido a la velocidad de la motocicleta y la música.
-Negative Creep.- grito Jai desde la moto que iba a la par.
La música inducia más a mi estado de eurofia. Cuándo llegamos al lugar me costó bajarme pero Jai me ayudó llevándome, estaba lleno de gente iguales a Stella y Dave, todos vestidos de negro, tenían motocicletas y el lugar se notaba que estaba viejo y abandonado, como si fuese la ruina de una vieja casa. Un par de muchachas por sobre las motocicletas y Dave nos presentó, cada uno manejaba su asunto, y nosotros el nuestro. Había perdido la cuenta de cuanto seguía fumando o tomando Jai pero menos idea tenía de cuanto había tomado yo.
-El es Ray.- dijo Dave efusivamente gritando por sobre la música. - participa en cada convención de tatuajes del país, es un loco.
Jai elevó las mangas de su camisa negra hasta sus codos.
-Me gusta la tinta hombre.
El tal Ray saludo y cuando menos lo note estaba en una precaria mesa con toda gente extendiendo sus brazos para ser marcados por el. La cabeza me pesaba demasiado y era como si estuviesen machacando mis sienes, tan solo veía la piel de Jai siendo tatuada segundo a segundo y pude distinguir la pequeña rosa que estaba haciendo en su brazo, creía que no tenía más lugar para un tatuaje más.
Los labios de Jai sabían a tequila mezclada con humo, y ya me quería ir al hotel pero aquí nadie era capaz de llevarnos.-
-Jai, Jai. - dije tirando de su brazo. - vamos, te llevo en mi moto.
-Tu no tienes tal. - dijo riéndose sacudiendo su cabello que estaba aplastado por el sudor y el calor.
-En mi moto Jai mi moto recuerda. - dije apoyada en su hombro, y luego no oi la respuesta a su incoherencia, me había caído inconciente en sus brazos.

One more night (Jai Brooks y Tu) *Janoskians ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora