Llegamos al hospital, detestaba estar aquí, odiaba este lugar y saber que era donde tenían a la persona que tanto amo. Entramos a su habitación, deje la bolsa con los dibujos a un lado y me acerque corriendo directo a el. Me incline sobre el y bese con delicadeza su rostro, estaba un poco más cálido que la última vez pero no era como solía ser. Luego, tomé con sumo cuidado su mano y la base reiteradamente.
Luke se acercó despacio y puso su mano por el hombro de Jai.
-Mira con quien hemos venido. - le dijo con una ternura con la cual nunca antes jamás lo había oido hablarle a su hermano.
-Traje tus dibujos Jai, espero que no te moleste que Luke me halla enseñado los que eran para mi.- dije acercándome a donde había dejado la bolsa y tomándolos. - haremos un poco más a tu estilo, este lugar. - hablaba como si el pudiese oír, tal vez estaba entendiendo todo, o tal vez lo ayudaba en cierto modo, oír voces familiares.
-Esta un poco mejor según los médicos, ahora no está dependiendo de la máscara de oxígeno y eso es algo bueno. - comento Luke sentándose en una silla al lado.
Quite un rollo de cinta adhesiva de mi bolso y comencé a poner los dibujos por diferentes partes de la habitación.
-Queda lindo. - aprecio Luke una vez terminado mi trabajo. - le da más vida a este lugar, ahora luce como su habitación.
-Probablemente su lugar favorito. - dije pasando mi mano por su frente acariciando su cabello y sonriendo con ternura. Sus pestañas siempre me fascinaban, y la tranquilidad con la que lo veía respirar, me daba algo de tranquilidad a mi.
No quería romperme delante de Luke, pero tampoco quería desaprovechar mi tiempo aquí. Las lágrimas mágicamente corrían por mi rostro, deslizándose una tras otras más y más cada vez.
-Te extraño mucho. - le susurre inclinada por sobre suyo. - te necesito mucho y no doy la hora de oírte una vez diciendo mi nombre, pero más que nada, de que estés bien.
La puerta se abrió, no levante mi vista pensando que tal vez sería el médico, pero cuándo Luke dijo "mama", levante la cabeza. Mi mirada se encontró con un par de ojos verdes, y una expresión dura, me sentí intimidada al segundo. Lo primero que pensé es que Beau había sacado todos sus genes de ella. Me puse de pie para estrechar su mano.
-Mama, ella es Megan. - nos presentó Luke. Ella estiró su mano para estrechar la mia. Me miró y luego miró a Luke como si esperará más explicaciones.
-Ella es, la novia de Jai.
La expresión suya se hizo aun mas dura, juro que podía sentir como si me estuviese odiando en ese precioso momento, quería desparecer en ese instante.
-Oh, tu eres con quien Jai iba en el auto al momento del accidente.
-S-si, estábamos juntos. - afirme apenas pidiendo hilar palabra por los nervios atando mi lengua.
-Era tu coche, manejaba tu coche cuándo los embistió el camión.
Suspire.
-Así es.
Luke puso su mano por sobre mi hombro intentando contenerme.
-Vinimos para darle un poco de vida a esta habitación mama, creo que a Jai le gustaría.
Ella miro a los lados observando los dibujos.
-Mira, querida, creo que si pasaste por semejante accidente, no deberías estar aquí, sería mejor si te sigues recuperando en su casa, mientras Jai se recupera aquí y quienes lo queremos le cuidamos.
Me sentía humillada, ¿que podía saber ella de cuanto lo amaba yo? ¿Creía que era mi culpa que Jai se halla ido, que es mi culpa que hallamos tenido un accidente?, me estaba echando, ella no me quería acá, entendía su dolor como madre y que su hijo llevaba semanas en coma mientras aparentemente yo lucia completa, pero no sabía lo que pasaba por mi, y como esta me hacía sentir. No quería pasar un minuto más allí, no iba a llorar delante de ella. Tome rápidamente mi bolso y me despedí por lo bajo.
Era como si el mundo se iba poniendo negro a mis espaldas, mientras yo iba pasando. He tenido momentos vergonzosos en mi vida pero este me causó impotencia y más tristeza, como si acaso despertar cada día con miedo a que mi novio no lo logre, no era suficiente tristeza.
Volvía llorando en el bus, no me importaba quien podría verme, venía en el último asiento, podría pasar por desapercibida. Demonios, en el apuro que salí he olvidado los dibujos que Jai hizo para mi, los necesitaba conmigo.
Por un momento, por un solo momento pensaba, ¿porque tenía que venir manejando el? ¿no podía pasarme a mi? ¿porque tuve que insistir tanto en volver?, nos íbamos a meter en problemas, pero preferiría lidear con eso a lidear con mi novio peleando con la vida y la muerte en ese maldito hospital.
Estaba sobre la cama de mi habitación, empezando a acostumbrarme a pasar los días así, acostada allí, llorando en posición fetal rogando que nadie me vea. Todo lo que deseo, viene del modo contrario, Jack entro a mi habitación, sin siquiera tocar, me encontro llorando, y no me moleste en disimular, no me moleste en fingir que no lo necesitaba, que era lo suficientemente fuerte, tan solo me tire sobre el en busca de su abrazo. Los sollozos no cesaban, hacían que mi pecho pareciera saltar, pero solo iba a la par de mis lagrimas, de mi llanto. El aire me faltaba pero no podía calmarme, no me podía controlar, quería despertar de esta horrible pesadilla, quería que alguien aparezca diciendo que esto fue una broma, todo una broma de mal gusto. Pero era la vida, era mi vida y no era de esos problemas que tu puedes hallarles una situación, era una situación por la cual yo debía dejar el tiempo pasar, era tiempo incierto haciendo sentir mis días más que largos, era un pasar de los días que el no despertaba, otro día sin el, otro día con la misma rutina donde mi mente no está aquí, mi mente esta donde esta mi corazón, y mi corazón, está con el.
