Parte 13

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Cerca del túnel

Un vehículo desciende donde se encuentran Alison e Israel. Es un vehículo con las insignias del sistema de canales, de color azul oscuro, con una franja naranja que cruza de un lado al otro, dividiéndolo en dos. De su interior se asoma un extraño hombre, que busca con la mirada un muro parecido al que ve en su pantalla. Lo encuentra ahora y se alista para bajar junto con su escolta. Cada hombre que le acompaña, marca una radical diferencia al lado de él. La estatura, el cuerpo, el color de piel, todo es diferente. Su caminar es altanero, no baja la vista para nada, y si hubiera algo que lo ameritara, para eso está su escolta. Un grupo de hombres demasiado serviciales, casi rayando en la esclavitud. Alison ya no tiene fuerzas ni siquiera para ponerse de pie. Israel se da por vencido, si estos hombres quisieran hacerles daño, no tendrían oposición. El extraño hombre se acerca a Alison.

Kiev Onoprienko. - Hola niña. ¿Necesitas ayuda?

Alison. - ¿Quién es usted?

Israel. - No te acerques.

Kiev. - No te preocupes, lo que menos haría es causarte más daño. ¿No me reconoces verdad? Claro, no podrías.

Kiev, quien seguía con la postura soberbia, dice estas palabras bajando lentamente la cabeza. Le indica a su escolta que se retiren al vehículo, que lo dejen solo.

Kiev. - Mírame a los ojos niña. Hace mucho que esperaba algo así.

Alison. - ¿Porque me llamas niña? Si quieres ayudar sácanos de aquí. Llévanos al otro lado de la ciudad, es urgente que lleguemos ahí.

Kiev tomó las manos de Alison, y se acercó aún más, para que ella pudiera ver sus ojos. Alison se quedó mirándolo por unos segundos, sin decir nada. Hasta que reconoció en esa mirada, su mirada. Kiev la soltó, se levantó y le pidió a su escolta que les ayudaran a subir al vehículo. Alison le indicó a Israel con una seña, que esperara, que no hiciera preguntas y que confiara en ella. Dentro de la parte trasera del vehículo, sentados frente a frente, Alison y Kiev no dejaban de mirarse en silencio. El recorrido parecía ser un poco tenso para el humor de Israel, por lo que decidió no hacer caso a la sugerencia de Alison.

Israel. - Ya basta Alison. Si tienen algo que decir, que sea ahora. Yo no quiero más sorpresas. Ni voy a esperar a que de pronto quieras acabar conmigo otra vez.

Kiev. - Creo que soy yo el que tiene que dar algunas explicaciones. Así que, solo les pido que escuchen por favor.

Kiev encendió una pequeña lámpara, y la enfocó hacia él. El vehículo seguía su marcha, mientras que Alison e Israel, esperaban impacientes saber la identidad de quien se había ofrecido a ayudarles.

Kiev. - Como podrán ver, soy el dueño del sistema de canales. El porqué de mi aparición por estos lugares, tiene que ver con Alison. Yo puedo ver todo lo que pasa por las micro cámaras que ella y su equipo ocultan por toda la ciudad. Aunque no sé qué es lo que escriben, no es difícil pensar en que se trata de algún tipo de mensaje en clave. Hasta aquí, no tengo incumbencia. Pero hoy, hace unos momentos, vi el rostro lleno de sangre de alguien que es muy importante para mí. Ese alguien eres tú Alison. Creo que ya sabes el porqué. Lo descubriste al verme de cerca a los ojos. Te viste a ti misma, ¿no es así?

Alison. - Sí, así es. Y me parece que, si tanto te hubiera importado, no hubieras esperado hasta hoy para aparecer. No sabes lo que fue para mí estar sin ti, tanto tiempo. Pero no te preocupes, aprendí a estar sola, sin necesitar de nadie más.

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