Parte 16

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Guanajuato, México

Una ciudad de gran sencillez. Única, hermosa. Donde el clima siempre es agradable tanto para el visitante como para el local. Ajena hasta ahora de lo que ocurría en el planeta. Una ciudad que no estaba preparada para lo que se le avecinaba. Una ciudad bella e inocente.

Dentro de una casa, en la parte trasera de un taller, se puede escuchar el ritmo de los instrumentos de madera y la armonía de las voces que entonan antiguas canciones. Gustavo toca las percusiones, mientras que su padre acompaña con las maracas y dos de sus tíos cantan y tocan una guitarra y un requinto. El padre de Gustavo, echa un ojo a la entrada del negocio y otro a su hijo, quien espera un descuido para darle un buen trago al vaso de tequila de uno de sus tíos. Las canciones de los compositores de hace años, los boleros y las baladas viven cada noche en un ambiente de amistad, familiaridad y gusto por la buena música. Mucho tiempo antes, existía un grupo de amigos que se frecuentaba solo para recordar viejo tiempos; entre canciones, anécdotas, historias que se fueron creando con el paso de los años, pasaban las horas juntos. El grupo de amigos, que se auto nombraba "La Carta Dorada", se fue haciendo menos por razones tan distintas, como problemas personales, matrimonios, asuntos de trabajo, fallecimientos, etc. Lo normal, se podría decir.

Y ahí, noche a noche entre atender a sus clientes, tocar las percusiones y robarles algunos tragos de tequila a sus tíos, transcurren los momentos más felices de Gustavo, tiempo antes de partir a Torreón a una gira con un grupo de la localidad. La gira surgió luego de su éxito en el teatro de la ciudad de Guanajuato, el teatro Juárez. Gustavo, siente un poco de nostalgia por dejar un año a su padre, a sus tíos y a sus amigos. Siente que va a extrañar en especial a su amiga "la cuñis", con quien lleva una amistad de algunos años. Y es que ella es de las amigas que no se calla nada, de las que hablan sin pelos en la lengua, como va.

El carácter amable, juguetón e infantil de Gustavo encajaba muy bien con el de ella, y eso había hecho crecer un lazo de amistad y sinceridad entre los dos, difícil de romper.

En una de las calles de Alemania

Israel se aleja del grupo, aprovechando la confusión y el desorden que las grabaciones de Aidan han causado. La plaza se ve de pronto llena de gente corriendo por todos lados. Algunos reconocieron los cuerpos maltratados de familiares, que supuestamente deberían de estar con bien, en algún lugar del planeta Luna o Marte. Todos corriendo por todas partes. El SH Israel estaba alejándose cada vez más, volteando a veces para ver como Valeria y Normand lo buscaban con la mirada. Kiev está muy cerca de Alison y Aidan, y Remy voltea hacia la calle por donde antes salieron, presintiendo la llegada de un invitado inesperado.

Remy. - Aidan, cierra la calle con algún vehículo. Kiev, llévate a Alison de aquí. Dile a Valeria y a Normand que se acerquen.

Kiev. - Estaré cerca, aunque no creo que podamos hacer mucho sin algún arma.

Alison. - No creo que haga falta, yo ya me siento mejor.

Valeria. - Para nada amiga, tú te quedas lejos de esta bestia. Somos muchos para él solo y tenemos de nuestra parte la inteligencia. Él es solamente un animal, dudo mucho que tenga algo de humanidad, y mucho menos que pueda razonar con nosotros.

Remy. - Con todo y eso, no deja de ser peligroso. ¿Dónde está Normand?

Valeria. - No sé, venía detrás de mí. Tal vez fue a rodear la calle.

Kiev. - Usa el vehículo contra de él. No podemos darle oportunidad de que se acerque siquiera. Con un golpe directo podemos matarlo.

Remy. - No lo quiero muerto, lo quiero para llevarlo a la FOT. Si de alguna manera logramos atraparlo sin hacerle mucho daño...

2041Donde viven las historias. Descúbrelo ahora