Parte 4

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En una ciudad de Francia.

Grandes naves industriales.

Elijah.- Confirmando información. –Camina al mismo tiempo que lee su handheld -. Aquí no hay nada, este lugar no se encuentra en la base de datos. Tampoco está dentro del mapa de coordenadas. Está vacío. Adelante, espero indicaciones.

Alison.- Bien, la información ya fue procesada. Espera al equipo de instalación y regresas con ellos a tu unidad.

Elijah.- Solicito informes acerca del equipo. –Continúa caminando, revisando el lugar -.

Alison.- Es la unidad Esmeralda, cinco en total. –Envía imágenes del equipo -. Apoyas la operación y activas los códigos de grabación. Cerciórate de que no quede un solo rincón sin cubrir. Debemos de adelantarnos a los movimientos de quién esté detrás de todo esto. De inmediato mandas tu reporte a Viena. Y te repito, regresas con ellos a tu unidad. –Se queda muy preocupada, bebe de un vaso -.

Elijah.- Fuera. –Termina de transmitir y recibir; guarda su handheld en la funda del cinturón. -

Elijah es una de las mejores agentes que trabaja muy de cerca con Alison. Su entrada a la FOT, fue gracias a un servicio de espionaje que les dio datos importantes sobre los lugares donde posiblemente operen canales clandestinos. Sus informes hasta ahora han sido acertados, y su capacidad de persuasión la ha llevado muy lejos. De origen alemán, al igual que Remy y con estudios en microcomputadoras, además del entrenamiento en la FOT de Viena, la hacen un elemento de mucha importancia. Además de peligrosa, es sumamente bella, y se oculta tras de su imagen de periodista amateur.

FOT

Guanajuato, México.

Los ojos de Normand comienzan a temblar y sus sueños son registrados en el Portal Madre, diseñado por Valeria. Ella sabe que no está permitido ver los sueños de los demás, cada quién tiene su clave de acceso. Pero sabe también cómo hacer trampa y el parpadeo en el tablero le llama mucho la atención. Su curiosidad se hace cada vez más grande conforme pasan los segundos. Nadie la descubriría, ella lo diseñó, así que no puede haber error. Voltea a ver a Normand, se cerciora de que nadie más pueda verla. Esta vez ya no lo piensa y se dispone a satisfacer su inquietud. Ingresa al programa base, a los mismísimos rincones de toda la telaraña de números que conforman el software y su atención se detiene en lo que parece ser la clave de acceso de Normand. Su curiosidad se convierte en sorpresa y poco a poco se vuelve enojo. No puede creer lo que está viendo, nunca se lo hubiera imaginado, ni por un instante. Además, se pregunta, ¿por qué?

Alemania.

Dentro de un edificio.

Israel pasea su tétrica mirada por toda la sala. En sus facciones se puede adivinar un odio contenido por mucho tiempo. Un odio irracional, con la capacidad de manejar los hilos del destino de un SH, tal vez el único que tiene cabida en un mundo de plástico. Un rencor con la punta de lanza apuntada ni más ni menos que al mismo corazón del planeta. Una mirada cargada de pesar, de eterno andar sin descanso; sus partes implantadas le permiten no dormir, pero no termina por acostumbrarse y eso es solamente una pequeña parte de su mal. Su relación con el Presidente del CPC, no es del todo buena. Su incertidumbre sobre quién, o quienes fueron los que experimentaron con él, lo hace sentirse incómodo. Siente que su futuro está en manos de alguien más y él trata de luchar en contra de ello. Tiene sus propios planes, tiene creado su propio mundo y va a hacer hasta lo imposible por ser el dueño de su incierto destino.

Detiene su caminar, justo frente a un mapa del planeta Marte que cubre el total de la pared y ríe; y su risa histérica y loca hace temblar de miedo a todos los demás. Repartidos por las cuatro esquinas, humanos y SH, conviven en una extraña mezcla de hermandad y complicidad, aún sin saber a ciencia cierta lo que les espera. Su desesperada carcajada, sus movimientos bruscos, secos, su forzada expresión de alegría, no hace más que poner en claro que él es quien manda. Y nadie se atreverá a contradecirlo. Su estruendosa carcajada se va apagando, mientras se vuelve a acomodar su ropa y su cabello. Se pone de espaldas a lo quedó de aquel mapa y con un gesto les hace saber que es hora de poner toda la atención. Cada uno de sus seguidores se acomoda de tal forma que él pueda ver a todos desde la posición en la que se encuentra. Nadie se mueve ahora, solo él. Su guía hacia el comienzo de su despertar.

2041Donde viven las historias. Descúbrelo ahora