¿Cómo hago que me ames?

Capitulo 16

Habían pasado varios días desde que Anna se había disculpado conmigo pero no me hablaba, me evitaba, no entendia porque.

Era hora de salida, ella estaba en la parada de buses, no podía dejar de observarla, se miraba distraída, mi amigo Logan me dio una “suave” bofetada en la cara trayendome de regreso a la realidad, me queje, él me vio con una sonrisa.

—¿Vas a ir a la plaza conmigo mañana si o no idiota?–repitió.

—Si, hay que comprar los cómics que dijiste.

—Bueno, ya puedes irte con tu novia.

—No es mi novia—me reí—¿Deberia hablarle?

—No, mejor espera a que ella venga a ti, tarado.

—Es que no sé...

—Mira ve a hablarle, si en verdad te evita mejor vente conmigo y dale su tiempo, puede que siga enojada por lo del otro día.

—Tienes razón, ahí voy.

Me dirigí hacia Anna, estaba nervioso, me pare a su lado, no sabía que decir, ella solo me vio de reojo.

—Que bonita está la noche–solté de pronto.

Ella empezó a reírse, me iba a ir avergonzado, pero ella me tomó del antebrazo, me gire a verla.

—Lamento estarte evitando, estaba enojada, eres un tarado.

—No te preocupes unicornio, yo también lo lamento.

—¿Pasado?

—Esta olvidado.

—Por ahí viene mi bus, fue lindo hablar contigo.

Su bus llego, ella se subió, estaba buscando en su mochila dinero, no lo pensé y me subí rápidamente al bus, le pagué al señor por ambos, ella me vio asombrada, la tomé de la mano y nos sentamos prontamente.

—¿Por qué hiciste eso?

—Queria estar más tiempo contigo.

—Eres tan tierno.

—Lo sé.

—Si eres así ¿Como llegaste a ser el chico malo de la secundaria?

—Veras, tengo pues...un semblante serio usualmente, la gente empezó a rumorear que me habían cambiado de escuela porque había golpeado a los estudiantes y que mate a alguien.

—No es cierto–empezó a reír.

—No, en realidad era muy callado en mi antigua escuela, era un nerd, pero la gente empezó a suponer cosas sobre mi.

—¿Y no hiciste nada?

—No, amaba la atención que me daban, de pasar a no tener amigos de pronto tenía dos, así que no dije nada.

—¿Osea que tus amigos si son rudos?

—No lo son, solo les gusta ser superiores.

—¿Realmente has golpeado a alguien?

—No, sólo le di un puñetazo a Josh por accidente, pero creo que eso no cuenta.

—Ya veo...en verdad no hay que suponer cosas de las demás personas.

—Lo siento por lo ocurrido.

—No lo decía por eso—se rio—eso ya está olvidado.

Ella empezó a ver por la ventana, saqué mi celular, le escribí a mi madre que llegaría tarde, sino sería capaz de llamar a la policía para que fuera a buscarme. Anna me vio curiosa.

—¿Acaso le escribes a tu novia?—indagó.

—No, es a mi madre.

—Oh ya veo...

—De hecho, no tengo novia.

—¿Y te interesa alguna chica?

—Si, tú.

—Si no me quieres decir, no lo hagas, no hagas bromas ridículas.

Me reí, no era ninguna broma, ojala en algún momento llegara a tomarme en serio.

—Me gusta una chica, pero no me corresponde.

—¿Por qué?

—Esta interesada en otro chico, que seguramente es mejor que yo.

—¿Como es ella?

—Es la chica más maravillosa que he conocido, tiene un gran corazón, es tan dulce...

—¡Parada!—grito Anna mientras se ponía de pie.

Ella bajó corriendo del bus, empezó a llover, saque mi paraguas, la cubría con él, corría tras ella, empecé a mojarme pero no importaba, con tal de que estuviera ella bien.

—¿Como es posible que no me di cuenta que me había pasado dos cuadras ya?—se regañaba a si misma.

Al llegar al frente de su casa se detuvo, estaba agitada, volteo a verme, en cuanto me vio se acercó, me jalo la sombrilla para cubrirme, estaba preocupada.

—¿Por qué no te cubriste?

—Corrias muy rápido como para compartirla.

Empezamos a caminar hasta la puerta de su casa, al llegar ahí, me abrazo, sentía que mi corazón latía rápidamente, ella me vio a los ojos.

—Eres el mejor amigo que podría tener—mencionó.

—Siempre estaré para ti.

—Adiós.