¿Cómo hago que me ames?

Capitulo 17.

El timbre sonó, todos gritaron alegres, empezaron a salir casi que corriendo, tomé mi mochila, Logan me dio una palmada en la espalda.

—Viejo, vamos al centro comercial—hablo él.

—¿¡Cuál es la necesidad de estarme golpeando!?—le alegue.

—Para que vuelvas a la tierra y dejes de pensar en Anna por unos momentos.

—Idiota, baja la voz.

—Solo estamos nosotros dos en el salón.

—Pero esta pasando personas afuera, en cualquier momento pueden venir las chismosas.

—Bueno, escribele que ya nos vamos, así no la buscamos en su salón.

—No tengo su numero...

—¿Como no vas a tener el numero de la que te gusta?

—Me da vergüenza pedírselo.

—Pues dale el tuyo.

Esa sonaba como una buena idea, saque de mi mochila un cuaderno, apunte mi numero, lo arranque, guarde todo, le pedí a Logan que me esperara afuera, fui a buscar a Anna.

La encontré finalmente en el pasillo, estaba sacando los libros de su casillero, note que miraba a Henry por momentos, me desánimo un poco, una loca idea vino a mi mente, me acerque a ella, no podía parar de sonreír al verla.

—Adivina quien es el mejor novio del mundo—dije emocionado.

—Obviamente tú no lo eres—respondió.

—Claro que si, conseguí algo que te va servir demasiado.

—Para empezar tú no eres mi novio.

—¿Quieres saber que es o no?

—¿Ya te dije que te ves muy guapo hoy?—rio.

—Tonta...es el número de Henry.

—¿¡Que!? ¿¡Es en serio!?–gritó emocionada.

Al verla emocionada me sentí mal, hasta me dieron ganas de ir a pedir el verdadero número de Henry, pero ya había avanzado demasiado en mi broma.

—Si, pero tendrás que hacer tres cosas por mi—advertí sonriendo.

—¡Ash!...¿Que es lo que quieres?

—Quiero....que seas mi novia,un abrazo, un beso y tal vez te dé el número—explique.

—¡No puedo hacer eso!

—¡Ash! Solo estaba bromeando.

—¿Y que quieres entonces?

—Con tu felicidad me basta—dije con una sonrisa.

—¡Gracias!

Le entregue el papel en donde tenia anotado mi número, ella estaba super emocionada, hasta que vi como borro su sonrisa de pronto.

—¿No crees que no debería hablar con él por qué intento hacerme una broma?

—Esta bien, si intenta hacerte algo yo estaré para protegerte.

—¡Aaaw! ¡Eres tan lindo!—exclamó sonriendo.

—Eso es algo natural en mi—me reí—ya me voy unicornio.

No pude evitarlo y le di un beso en la frente, vi que se quedó pensativa, me di la vuelta y seguí mi camino, sino Logan me mataría por tardarme tanto.

****

Estaba en mi habitación con Logan, mirábamos una película, cuando de pronto mi celular comenzó a sonar, me asuste, no sabía que hacer.

—¡Logan es ella!—grite mientras le lanzaba mi celular.

—¿Como lo sabes?—me lo devolvió.

—¿Quien más podría ser?

—Bien, contestale.

—Contestale tu por mi, finge ser Henry—volvi a lanzarle mi celular.

—Yo no lo haré, tu te metiste en ese lío solo, ahora se un hombre y contesta ese teléfono.

Empezamos a lanzarnos el teléfono hasta que Logan me lo lanzó y se agachó. Sostuve mi teléfono con fuerza, estaba nervioso.

—Bien, ahí voy.

Me sentía emocionado y agitado, conteste, tosi un poco, fingiria que Henry tiene gripe.

—¿Hola?

—Hola ¿Quien habla?

—Am...habla Anna—respondío nerviosa.

Logan me escribió en un cuaderno ¿Es tu novia? Solo asentí con la cabeza, pero eso me dio una idea.

—¿Anna? ¿La que es novia de Diego?–mencione confundido.

—¡No soy su novia!–contestó molesta.

—¿¡Como puedes negar nuestra relación cariño!?—grité ofendido.

—¿¡Diego!? ¿Estas con Henry?—exclamó confundida.

—No unicornio, no te di el número de Henry, te di mi número de teléfono—dije mientras reía.

—¿Por que me engañaste?

—Porque sabia que no lo guardarías, pero si era de Henry lo mantendrías incluso en una vitrina para nunca perderlo—explique mientras reía.

—Claro que lo hubiese guardado, bueno al menos tengo tu número–mencionó decepcionada.

Sentí un golpe en mi pecho, pero me lo merecía por jugarle una broma como esa.

—Al menos tengo el número de este imbécil, aunque sea eso–dije tratando de imitar su voz.

—¡Yo no hablo así!—regaño mientras reía.

—No, tú tienes una voz más hermosa.

Mi corazón latía rápidamente, Logan me miraba sonriente, me daba palmadas en el brazo, Anna no respondía causando así un silencio incómodo.

—Am....gracias—respondió incómoda.

—En serio te lo crees todo—mentí.

—Eres un imbécil.

Era mejor mentirle para no incomodarla, seguimos hablando toda la tarde, Logan se quedó leyendo mis cómics, hasta que mi madre nos llamó a cenar y ya no pude hablar con ella.