CAPITULO XI

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Un día mas intentando mantener los estribos con esa pequeña mujer llamada Wheein. Era mi compañera, hermana y confidente pero, se podía convertir en un dolor de trasero.

-Wheein- Estaba furiosa -¡¿Cómo pudiste?!

-Apúrate, tienes que mandar a revelar esa fotografía –colocaba la cámara sobre mis manos

-¿revelar? ¿en qué año vives? –miraba molesta mientras la seguía por la casa

-Lo que sea, tienes una cita esta noche con Yong . 

Solo se comía ¡mi cereal! de la estantería mientras se recargaba sobre la pequeña barra de la cocina.

-Te dije que no quería salir con ella... 

 Por nuevas órdenes del jefe, podíamos hacer trabajo en casa o en oficina, siempre y cuando cumpliéramos con la promesa. Bueno, eso decía en el mensaje de texto que nos había mandado esta mañana. Estaba segura que no íbamos a desperdiciar tiempo, ya que era sumamente valioso y muy comprometedor.

-No te haría mal salir con esa chica hoy –Su pijama tenia dinosaurios por todos lados, no podía prestarle la atención necesaria, ni mucho menos tenerle respeto. Era hablar con un niño.- Y si en definitiva ya no quiere salir con ella después de esta cita, te juro que dejare de molestar por ahora –Reflexionando un poco, me mirada de pies a cabeza, algo intimidante y acosador– No eres fea y ella tampoco- suspiraba  tocando su barbilla - en todo caso, si no funciona, podría intentar conseguir más chicas o chicos. Cualquiera esta bien ¿no?

-Wheein, pensé que había quedado claro la conversación de anoche –dejaba la cámara junto al cereal y subiendo al gran banco junto de ella, disponía a probar del cereal que por azares del destino estaba a media caja. 

Teníamos un gran comedor pero la pequeña barra era la mas conveniente para nosotras dos

-E ignore tus sugerencias... 

– No creo que sea buena idea, además, le hable de una bola de patrañas sobre que soy fotógrafa ¿Cómo podría recordar tantas mentiras?

 Ese era  el asunto, que mejor cuartada al decir que tenía otro oficio y que era sumamente feliz con ello.  A decir que era policía especial. No es muy conveniente divulgar el peligroso trabajo que ejercía pero, eso me llevo a enredar más mentiras a la conversación para consolidar mis palabras.

-Solo habla de cosas que te gustan y eso es ¡la fotografía! – seguía teniendo la vista sobre mi – Tus gustos no tienen nada que ver con que obtienes información golpeando  gente o arrestando a delincuentes o ¿si? ¡Hazlo como con todas tus chicas!- por alguna extraña razón no podía comportarme como singularmente lo hacía.  Cuando me divertía con una linda mujer era muy abierta a expresar lo que realmente quería – Me sorprende que esta es la primera que te hace dudar Moon

Después del trabajo complacía mis sentidos  tomando  unos cuantos tragos con varios miembros  de la comisaria, no era muy seguido, ni tampoco tantos  pero ante las debilidades humanas llegue a intimar con algunas lindas compañeras de trabajo. Por suerte teníamos claro la confidencialidad de la cama o al menos eso pretendíamos cada vez que coincidíamos espacios y por alguna extraña razón ninguna me ponía a dudar o tan siquiera pensar en formalizar en una relación.
Si bien lo recuerdo una sesión de besos se volvió acalorada con mi compañera en casos Seulgi, estábamos casi a media noche en el pequeño cubículo de papelería, a juzgar por la hora solo estarían unos cuantos guardias en la zona de celdas así que se nos hizo fácil dar rienda suelta a nuestras necesidades que por cierto, conocíamos bien ya que no era la primera vez que teníamos este tipo de acercamiento. A pesar de ser una muy bella mujer y dotada de inteligencia, nunca se me había ocurrido formalizar nuestra relación, o al manos eso molestaba en cierta forma a papa y hermana Jung, era un reproche por no tener la madurez para afrontar el compromiso.

No podría negárselo, tenía mi lado atractivo y una facilidad para el coqueteo natural con las personas, pero por alguna extraña razón fui una completa estúpida cuando conocí a YongSun.

-Creo que exageras – negaba con la cabeza – Nadie puede resistirse a mi –hablaba con grandeza y no era para menos, estaba segura de mi

-Eso no demostraste anoche, independientemente de verla como un "rato", la poderosa ByulYi no pudo con una simple chica- Cambiaba de posición, colocando otra gran proporción a su tazón  – Es bonita aunque tiene una maldita amiga loca, ¡pfff!   si no hubiera sido por nuestro encubierto, hubiera tenido a esa pobre chica sobre el suelo implorando piedad.

Y eso fue su conclusión antes de devorar, con algo de impaciencia, las hojuelas de chocolate bañadas en blanco y ligero liquido descremado.  

-¿Por qué no se conocen mejor? A juzgar por su llamada, el interés es mutuo – sonreía al recordar la vistosa expresión entre muecas al conversar con la amiga de Yong Sun.

-Olvídalo, un asunto a la vez – Tomaba su tazón vacío y lo colocaba en el fregadero con el resto de los trastos– primero sacaremos a una solterona a la vez peor por ahora, tenemos mucho que hacer antes de tu cita

-¿De que hablas?- cada vez me era difícil entender las medias frases que mi amiga decía –tenemos tiempo valioso y contado

-Hoy nos dedicaremos en tu imagen personal y buena impresión, y ¡por su puesto!, mientras te encuentras en tu cita, me encargare de sacar los pendientes que tenemos, además, mi padre me dijo que me daría el nuevo material que surgió con el delator-ella tenía razón, hoy sería un día libre a pesar de los pendientes que una sola persona podría arreglar y posiblemente era una buena idea tener una cita antes de entregarme por completo al trabajo- así que tenemos el tiempo justo para ir por unas flores, sacar esa fotografía y ponerle algo bonito en fondo

La seguía hasta su nueva habitación en mi casa (una pequeña pero acogedora habitación de huéspedes que sin aviso alguno se había adueñado una noche anterior)  y sin pudor empezó a desvestirse en frente de mí, algo que en cierta forma no me incomodaba y no me culpo, era una chica hermosa y  siempre la había  considerado una hermana menor.

-¿Qué? ¿Te gusta lo que ves Moon? - con una sonrisa pícara, el resto de su pijama había quedado sobre mi cara

-¡Tonta! 

-Bien, empecemos con ponerte un vestuario de fotógrafa – Con mejor vista analizaba su ropa casual ya que por varios días no regresaríamos a la oficina, así que eso sería lo habitual

- Pensaba ir con mi ropa normal – Una cara de disgusto me atacaba, supongo que me imaginaba con una saco y camisa blanca además de una enorme gabardina que ayudaba a ocultar mis armas

-¡De ninguna manera!, este día solo eres Byul Yi y eso significa que trabajas en un estudio – miro su ropa suelta sobre su nuevo armario, ¡vaya velocidad de infiltrarse en mi casa!. –esto te beneficia un ligero blazzer con unos Jeans y tus gafas serán suficientes – a pesar de ser baja de estatura nos quedaba la misma ropa, ya que para evitar la penosa necesidad de comprar ropa en sección de "bajitos" o "niños" compraba ropa un poco más holgada-¡Empecemos con esto!

-¡No por favor! 

- Eres Byul Yi, fotógrafa profesional y nada mas ¿ok?

-Entiendo...  

-¡Por fin!

-Oye...

-¿eh?

-Gracias...


LuciernagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora