Luciernagas

CAPITULO XXI

Prov Moon

Cansado, era la palabra perfecta para poder describir lo que me deparaba las próximas horas atrapada en la comisaria intentando sacar información valiosa a más de cincuenta  posibles reclusos. Cabe destacar que cien personas más ya se habían distribuido en estaciones de policía aledañas a la nuestra; muchos de los esposados eran simples consumidores de libertinaje y alcohol legal en nuestro país, sin embargo, para nosotros teníamos a las personas correctas que tenían un bache ilegal, el cual no se podía arreglar con una simple multa o servicio comunitario. Algunos tantos cabos sueltos de la gran carpeta azul y otros sobre el gran mural de "se busca".
Así es, por horas en la madrugada habíamos seleccionado e identificado a una gran parte de los malvivientes que invadían la ciudad bajo de las ordenes de ¿Solar? ¿De toda la carpeta azul? ¿El "novato"? Teníamos que investigar.

-Detenido numero 45 nombre Kim Hyo Jin

-Puedes llamarme JeA cariño- Hermosa piel blanca y traslucida (bien cuidada), acompañada de un hermoso traje color turquesa de vivos negros  y zapatillas oscuras.
Era ficha numero cuarenta y cinco de la noche.

-Bien- la luz era escasa en la sala de interrogatorios y como en cualquier historia o como si fuera cliché, la típica lámpara como intermedio en la pequeña mesa de metal con dos sillas una al frente de la otra- treinta y ocho años con un expediente bastante prometedor a delincuente clase media - suspiraba mientras pasaba las hojas repletas de sellos de fiscalía y libertad condicional- varios cargos por desacato a la ley y muchos más por multas sin pagar ¿Correccional juvenil? ¿No fue un castigo adecuado para redirigir tu camino? 

-Soy como cualquier ciudadano promedio. Tú lo has dicho ¿no?– Me miraba irónica mientras una sonrisa frívola asomaba sus delicados y delgados labios. Realmente no le parecía un interrogatorio donde yo exponía todas sus fechorías, más bien la situación iba encaminada a una cita de trabajo donde atribuía sus credenciales o intento de ligue a mi persona- Pagare mi multa y después vayamos por un café ¿ te parece? Estoy segura que no sirven uno bueno aquí

- ¿también por las denuncias de robo a mano armada en distintas ocasiones? De eso no hay multa que justifique tus trastadas – indudablemente esta persona era descarada - ¿Amenazas? ¡pff! Si no puedes pagar un abogado, la corte te otorgara uno ... – bufaba irónica y  mantenía la vista a los tediosos documentos que estaban bajo mi poder – ¿estabas en ese bar solo por unas copas? Lo dudo. Esto no es tu estilo ¿cierto?

-Cosas que pasan, uno es joven y quiere divertirse- cruzaba los brazos indignada - ¿Sabes para quien trabajo? ¡Para que hacernos las desentendidas! 

-Eso me interesa, por fin hablamos mi lenguaje- rozaron nuestras miradas en un tono poco amigable- ¿Para quién trabajas? Y necesito todos los detalles ya que esto podría ayudar a acortar tu estancia en prisión

-Bueno, me agrada la idea- Sonreía ásperamente  – Pero quiero un café ¡hoy bebí demasiado! y no es de fiarse a un testimonio carente de lucidez ¿cierto?

-No estoy para tus juegos... – El sonido de mi palma sobre la mesa había hecho captar la atención que necesitaba. Esto no era un rodeo  y podía darme la libertad de obedecer a sus exigencias. 

-Bien, bien, eres hermosa y no me parece que ese hermoso rostro tuyo se arrugué por mi culpa – En un descuido ella colocaba ambas manos junto a las mías. Rozándolas y estremeciendo mi piel con su frio y suave contacto ¿Qué significaba todo este alardeo? – Soy un nuevo emprendedor en un local de frutas y verduras en el centro- Burlonamente respondía a mi rostro confundido - trabajo para Frensh of cools Vegetables ¿los conoces? 

-No me vengas con juegos...

-¡Lo digo en verdad! esto del negocio de la mafia no iba conmigo así que decidí dejarlo y abrí un negocio independiente que ha dado frutos para mas cedes en el este del país- Negaba ironica - Trabajar con lo  malo ¡Agh!  después de tantos tragos amargos con la Ley ¡Pff! ¡olvidalo!