CAPITULO XXIII

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PROV SOLAR

Se había hecho de noche y las pequeñas ráfagas de viento rozaban mis mejillas a pesar de caminar por el largo corredor de cristal y aluminio que bordeaba el gran edificio de viajes Kim.
Podría catalogarse como una típica noche  pero, ahora era diferente,  se sentía diferente al poder saber que Moon ya no se encontraba causando problemas entre mis negocios. Una pequeña victoria entre nuestros planes. 
Las noticias volaban y seria un milagro que sobreviviera  a tremenda explosión. Eran nulas las  posibilidades de que saliera ileso. 

-¿Lista?-bajábamos por el elevador. Era hora de trabajar y Hwasa estaba al frente de pequeño asunto pendiente. 

-Lista. -La penumbra  de basto sótano me mantenía los ojos abiertos a cualquier tropiezo.

Simples lámparas rodeadas de mis fieles trabajadores. Una enorme barrera intimidante e indestructible de largas generaciones que brindaban lealtad al apellido Kim. 

-Bien, nombre KangMin- Hwasa caminaba rodeando como un lobo a su presa. 

Era un  joven  que a penas se podía mantener de rodillas y al parecer lo habían golpeado hasta el cansancio, cuidando a que no muriera antes del interrogatorio. Hubiese sido un desperdicio si no se sabe manejar el sufrimiento (de tortura) antes que la muerte. 

-Lee Kang Min...- suspiro 

– 30 años, vive en el distrito bajo de Seúl pero ¿Por qué estás aquí? –Hwasa había golpeado su cabeza a puño cerrado como  una especie de resorte.  Miedo y dolor atorados en su garganta eran un sello a que estaba logrando su objetivo.

-Por... porque tengo información respecto a... a  ¡Solar!

-Bien y ¿para quién trabajas?- Tocaba su rostro para mantener un contacto visual y evitar el titubeo a falta de fuerza. 

Ahora solo me había convertido en un simple espectador trás de ellos y no necesitaba envolverme en esfuerzos innecesarios. 

- No tengo idea – lloraba desesperadamente – solo... solo  nos manda a reclutar 

Este chico había sido atrapado en su trabajo. ¡Deplorable! ¡Vendiendo y distribuyendo en nuestras narices! Peor aun... Echando a perder nuestros planes. 
Era una manera poco legal  de conseguir información y para ganar tiempo de descifrar lo que estaba ocurriendo afuera, al rededor y en especial la conexión que tenia con el novato. 

-Bien... ¿Qué sabes de solar? – de nuevo rondaba como un  cazador furtivo 

-Que está a punto de caer, solo es cuestión de tiempo... – Un golpe seco contra el concreto y  su cuerpo estaba tendido bajo una enorme mancha de sangre. Estaba en su ultimo momento de vida

-¿Por qué crees eso? – HyeJin fruncía tercamente  las cejas mientras en cuclillas no dejaba de cuestionarlo. Cada segundo era información valiosa. 

-Ella... ella  estará muerta al igual que los demás jefes... y la policía no podrá hacer nada- suspiraba entre palabras- esta ganando entre los negocios y no tardan en traicio...- había muerto

-Demonios... – Hwasa comprobaba su pulso y su mueca no era una señal positiva- ¿hay más testigos?

-Solo uno mas – Respondía uno de nuestros subordinados – iré por él

-Esto esta...- Me miraba furiosa - ¡Estas no son buenas noticias! 

-posiblemente nos quiere asustar ¡Siempre lo hacen!  – No podía mostrar mis verdaderos sentimientos, en verdad estaba preocupada y no era para menos. Todo estaba en caos total y el hombre arrastrado por el lugar era un mal presagio. 

LuciernagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora