CAPITULO XXIV

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prov Moon

Mi cama era relajante con las sabanas de algodón enredando entre mis piernas. Al cerrar los ojos  la exquisita melodía  inundaba mi habitación con  jazz suave, era suficiente para calmar mis pensamientos y adormilar la vocecilla en mi cabeza.
Los pocos rayos de luz se esparcían en los huecos entre las cortinas de mi ventana; siempre me molestaba la luz directa en mi lugar de descanso, casi siempre estaba en la penumbra o con luces tenues de las lámparas que mi padre me había dejado debido a mi migraña. 
 Usaba ropa cómoda y algo suelta, ya que no era una opción usar algo ajustado o exuberante, entre mis lesiones y raspones no era una buena idea y no me molestaba que YongSun me viera, seguramente ella comprendería mi estado, aunque no estaba tan mal, era algo deportivo y casual que podía catalogarse "la confianza andando".

-Prepare unos aperitivos y la sala está limpia- hacia un gesto de cansancio – Sacare a Chingu a dar una vuelta por el vecindario y visitare la heladería nueva del cetro, así que llegare en unas 2 horas – Me miraba seria- Espero que para esa hora estén vestidas, no quiero encontrarte como cuando te vi con Seulgi...¡Moon!¡Por Deus!  ¡ era mi silla favorita!

-Bien- reía ante la expresión tierna de mi amiga – no pasara nada, no tenemos deseos sucios por ahora...

-Demasiada información- Negaba apenada.

-Tú empezaste con los recuerdos

El timbre por fin sonó y  la emoción en mi estómago se propago por todo mi cuerpo.
Estaba hecha la cita y sabia  que pasaría  en ese momento  pero mis sentimientos eran genuinos como  una primera vez.

 –Abriré, por favor compórtate y no hagas nada estúpido. 

-Si, mamá

Después de unos segundos, a lejos se escuchaban los saludos y risas por parte de las chicas. Al parecer HyeJin la había acompañado en el corto viaje. Era extraño, eran inseparables esas dos mujeres. Sentía celos de esa relación (tanta cercanía y horarios completos)  pero, pensaba mas en una amistad como yo la tenia con  Wheein. 

-Hola – De nuevo era Yong Sun con un enorme ramo de flores, al parecer más grande que el anterior

-Hola -la mire mientras golpeaba el colchón, quería que se sentara junto a mi.

- ¿Cómo te sientes? - dejaba las rosas a un lado de nosotras y sin permiso alguno beso mi mejilla con recelo 

-Gracias por el obsequio y me siento mejor al verte – nos ruborizamos pero las risas exageradas cortaron la chispa de la pena. Wheein y Hyejin  eran las espectadoras de nuestra debilidad. 

-Dejare esto en agua – Jung tomaba el ramo y  las cambiaba por  una charola metálica sobre mi manta- y si no les molesta dejare esto aquí... – eran un par de aperitivos finamente cortados y decorados. (Jung tenia el gusto por cocinar)– y esperen a extenuar su arrumaco, por favor, dejen que me vaya con Chingu a comer helado.

-Supongo que tengo que irme – Hye Jin reía de la penosa escena de escape  – no necesitan tenerme aquí para sentirse apenadas, para eso se tienen a ustedes

-Podrías acompañar a Wheein – era venganza por parte de yong – supongo que no hay inconveniente – me dio una rápida mirada dándome la señal perfecta para hundir más ese barco

-De hecho, ira sola con Chingu y me preocupa que una enana de 1.60 vaya sola por la ciudad – estábamos en tono de burla pero creo que ellas no lo comprenderían- Este mundo es peligroso

-No creo que sea prudente – Hye Jin hablo seria

-Hye Jin es algo tímida, no controla muy bien las relaciones sociales – Yong  evitaba la mirada asesina de su mejor amiga

LuciernagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora