CAPITULO XIX

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Era un día bastante frio (Neblina alta debido a la temporada)  así que el pechero del recibidor tenía a reventar sudaderas y chamarras. Como es de suponerse las a medio colgar eran de mi mejor amiga Wheein y  aunque deje de prestar atención a la estresante  bienvenida de mi morada,  la caja rota era un simple cartón destrozado sobre mis manos. 
El pequeño cachorro de un salto corrió dentro de la casa y un grito me avisaba que ambos cachorros se habían conocido.
La estancia y las luces estaban resplandecientes, daban un toque hogareño al color marrón y blanco. Era extraño, anteriormente era solitaria mi morada. 

-¡Vaya! ahora si te superaste ¡una novia y una mascota en un mismo día! – cargaba a Chigu. Ambos mostraban afecto y como es de suponerse su pijama de dinosaurios era su vestuario indicado para comer cereal.

-No es mi novia – Trate de sonar indiferente y de un salto me recostaba sobre el sofá. 

-Aun... – ambos cachorros se sentaron junto a mi.

-Wheein...  – No podía evitar sonreír ante los hechos pasados y el posible  palabra "novia" entre mis labios.

-Es obvio que ambas se mueren por ser novias- Su tono de voz había cambiado, en verdad ese cachorro podía sacar el lado infantil de las personas – lo que no entiendo es...  ¿Por qué?

-¿Por qué? – Había atrapado mi atención. ¿Ella dudaba de Yong Sun? - ¿Por que? ¿que?

-Pensé que eran muy opuestas

-Somos muy opuestas

-Eso es algo...-Nego divertida- En fin, me alegra que hayas traído una mascota- Con eso había cerrado la conversación - ¿Le compraste su alimento? – 

A diferencia mía, ella sabía cómo tratar a las mascotas, su padre era muy complaciente con ciertos caprichos.

-Las deje en la entrada, pero Chingu salto y me dejo a medio camino 

Wheein en contados pasos atravesaba el recibidor y el cachorro bastante feliz doblaba las patas tras de ella.

-¿chingu? – reflexionaba – su primer hijo se llama chingu –Con algo de trabajo regresaba con la  bolsa con alimento - me agrada...

-Ella lo escogió... 

-Tendremos que hacer su placa lo antes posible

-Mañana me ocupare de eso – Un suspiro había salido de mi boca y poco a poco cerraba mis  ojos; en definitiva, tenía muchas cosas que hacer ahora en adelante.

-Por cierto, mañana estaremos ocupadas

- ¿Encontraste algo? - En cuclillas le servía un plato con alimento

-Cuando estabas de Romeo, decidí esperar unas cuantas horas afuera del lugar ¡estaba por irme! pero... apareció un querido amigo de nosotras. - Ahora ella caminaba hasta mi lugar, retomando un tono serio – Joseph Choi

-¿No se supone que él fue echado de la policía? 

Caso particular en una estación de policía, debido a su problema con el alcohol y las armas. No tenía contacto con nosotras pero era inevitable no escuchar de los chismes de pasillo de las ovejas negras en ley

-Es correcto, pero – su vista se había perdido al frente de la pantalla- solo le abría la puerta a Jackson Wang ¡pff!   al parecer es su guarda espalda o chofer o ¡no se!

-¿Jackson estaba en la cafetería?

-No sabemos si solo fue a consumir o si en verdad tiene un trato en ese lugar. Lo que en definitiva encontré fue a la cantidad de subordinados que lo acompañan. –suspiraba- no podía aprenderlo en medio de bullicio, mucho menos con la escolta que lo protege, así que investigue a Joseph y se dónde podemos encontrarlo

LuciernagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora