CAPITULO XXXVI

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Prov  MOON

Todo daba vueltas aunque esa voz siempre era mi salvación. Era angelical como una melodía después de un mal día. Era lo que necesitaba para volver a sentirme consiente.

-Despierta Moon... - susurró - Por favor...

- ¿ah? Don... Dónde estoy

No entendía de lo que se trataba y eso se estaba volviendo una costumbre mía. Era confuso y doloroso. ¿estaba soñando? ¿ que estaba pasando? 

-De... despierta - Tratamudeo

-Agh... ¿Qué pasa? - mi cabeza dolía horriblemente. Las luces se encendían poco a poco  al abrir completamente mis ojos. Todo era una mezcla de manchas y colores. 

-Solo... despierta - Sonrío de manera sincera y dulce.

-Agh... solo recuerdo que estábamos en un camión blindado y todo se salió de control...

Sabía de quién era esa voz pero al buscarla con la mirada lo único que pude concluir era que mis manos estaban atadas a un enorme tubo de acero. Me encontraba  totalmente desarmada y era difícil moverme o defenderme, estaba contra las cuerdas.

-Si bueno...- Negó divertida entrecerrando sus bellos ojos.

Su rostro estaba pálido y sus fuerzas nulas.  Poca era la voluntad con la que se mantenía sentada sobre el suelo helado.  Ella tenia incrustada una bala sobre su hombro y definitivamente la perdida de sangre la había afectado. Su blusa ya era un remedo de suciedad y sangre.

-Yong...

- Está jugando con mis armas... -Asintió cansada

- ¡Yong...!

-Mantén la calma... - me miro tomando un suspiro resignada

¡vaya! ¿Cómo podía creerse eso de mi? Creerlo mientras sus manos al igual que las mías estaban atadas al otro extremo de la habitación. ¡No podía mantener la calma!

- esto está mal...

-debes mantenerte serena.  Estábamos en una torre ...

Un edificio bastante alto con paredes de ladrillo rojo. Parecía que todavía  estaba en obra y que clandestinamente sería un buen lugar para mantenernos fuera del ojo de rescate.  

-Estoy empezando a odiar esto

-No... no entiendo porque estamos aquí - Gruño  de dolor 

- Debes resistir... te sacaré de aquí...

Estaba preocupada, en el estado en el que ella estaba, no duraría mucho en esa condición. La perdida de sangre era un problema serio. 

-No entiendo porque no muero... - suspiro amargamente inundada de resignación 

-¡Sera mejor que guardes silencio! – Un hombre golpeo su rostro. - es una advertencia por si te ocurre intentar una estupidez

– agh maldito hijo de ...

-¡Hey!...¡ silencio!  –  directo a mi mejilla cicatrizada. Un  golpe bien dado.

Era mala idea caer en provocaciones de malhumorados vigilantes y más   en nuestro estado 

-¿Por qué nos tienen aquí? 

-Xion pidió que fueran testigos de la destrucción de la ciudad.- ronroneo con tono superior a todos -  Reacomodo de mandos y reuniones familiares. 

El enorme hombre vigilaba  la habitación con un bate de beisbol y al llegar al borde, señalaba por  la ventana lo que se supone significaba.

-¿Están locos? - yong había entendido a lo que se refería o el sentido tan literal en el que hablaba. 

LuciernagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora