18.- "Red tint"

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TW: Sangre, cortes.
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Metido en los pasillos de la discoteca mientras disimuladamente revisaba los cuellos de las personas a ver si reconocía alguna marca, así estaba Jaemin, recorriendo todo lo que podía e incluso palpando cuellos por debajo de la ropa descaradamente mientras vendía su carga estando subido hasta el culo por culpa de las metanfetaminas. En la otra punta de la discoteca estaban Renjun y Donghyuck, siguiendo su sistema rítmico de identificación a distancia y las señas que siempre se hacían cuando podían verse, ambos también drogados bajo sus respectivas sustancias. Las caras sonrientes de los tres chicos eran notorias, cada quien desenvolviéndose cómodamente sin pasárseles nada por algo, estaban en su elemento natural siendo los mejores en lo que hacían.

Salieron de la discoteca con el ánimo un poco más bajo al ya estarse disipando el efecto de las psicoestimulantes en sus cuerpos, su sangre ya había hecho bastantes rutas de circulación como seguir enviándole químicos externos a sus cerebros y que estos lo interpretaran como un estado de euforia. Entre risas el trío volvió a la cabaña a encerrarse en el laboratorio, cada uno encargándose de una etapa de producción. Donghyuck fue quien terminó primero, concluyendo su trabajo de bañar las láminas de estampillas en el ácido y tenderlas en el pequeño cordel bajo la luz roja para que se secaran. Jaemin y Renjun estaban metiendo polvos a la prensa para que salieran en forma de pequeñas pastillas, guardando éstas en los tubos de conservación para que no se deterioraran. Los tres salieron del laboratorio tomando caminos distintos a sus respectivos cuartos.

Para Renjun era un poco difícil mantenerse quieto mientras intentaba conciliar el sueño, más ahora que el recuerdo de las manos de Jaemin sobre su cuerpo estaba tan latente como si lo estuviera viviendo por segunda vez, juraría que estaba sintiendo el calor de las palmas de Na recorriendo sus caderas, sus besos húmedos en la piel sensible de su cuello. Estaba cansado pero a la vez nervioso por estar recordando lo que había sucedido, ¿por qué no podía tener la indiferencia, la naturalidad con la que Jaemin había tomado aquel acto? A ratos se sentía tonto por querer tomar a su vocecita interior e ir al cuarto de Na Jaemin una vez más, el mismo impulso que fue desechado las veces suficientes como para quedarse de espaldas mirando hacia el techo.

Na Jaemin era su faro con una carita feliz impregnada en su luz, haciendo sombra como si fuera la señal de Batman en el cielo. Pero la ruta cada vez se veía más nublada.

Huang Renjun logró conciliar el sueño entre sus pensamientos, tratando de descifrar el por qué no podía ser un poco más resistente ante aquellas situaciones donde debía serlo. Si era capaz de asesinar a alguien con la frialdad que tenía desde los dieciséis, ¿por qué le costaba tanto estar frente a Na Jaemin sin derretirse como si fuera un helado en pleno sol de verano?

Esa noche no hubieron pesadillas, la mente en blanco de Huang Renjun fue lo único que lo acompañó durante su sueño e incluso cuando despertó lo desorientó. Estaba en su colchón nuevo, tan blando que extrañó su vieja cama por un segundo. Su columna no dolía al levantarse como de costumbre, eso hizo que le agradeciera internamente a Donghyuck por comprar camas nuevas. Agradeció también el no estarse martillando el cráneo con el tema que se relacionaba a Na Jaemin, estaba más concentrado en revisar como habían amanecido sus pastillas y la lámina de LSD de Donghyuck antes que ir y preguntarle en llanto a Jaemin si realmente le quería. Podía vivir con eso.

Na Jaemin salió de su cuarto con rumbo al de Lee Donghyuck para ir a quitarle una camiseta, las suyas estaban mojadas o derechamente sucias como para ir a buscarlas a la lavadora y debían salir en poco tiempo más, el sol comenzaba a caer y con eso se anunciaban las aperturas de las casas para fiestas masivas, los mejores lugares donde cobrar vidas ajenas y vender a mayor cantidad.

—Te voy a quitar la de colores.

—Da igual, de todas formas te la llevarás.

Entre risas Na Jaemin abandonó el cuarto, colocándose la camiseta de Donghyuck mientras se encontraba de frente con Renjun, metiéndolo al laboratorio fugazmente para la sorpresa del chino.

Nilili ; renminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora