Guerra y Amor | A Star Wars Fanfiction

Capítulo 16. Juicio

–Se abre la sesión de este tribunal político y militar, sobre la cuestión de la presunta traición a la republica por parte de la padawan Jedi, Ahsoka Tano, a la que se le acusa de los delitos de ataque terrorista, asesinato, y traición –Dijo el canciller de la republica, Shiev Palpatine.

–Tienen la palabra las defensoras de la acusada –Dijo seguido, dándole la palabra a Satine y a Padmé

–Gracias señor canciller. Seré breve, quienes conozcan a Ahsoka, sabrán que es una persona amable y respetuosa. Se le acusa de un asesinato y de un atentado que claramente ella no cometió. ¿De que sirve que provoque un atentado, si ella misma estuvo involucrada en la investigación, la cual llegó al hogar de la fallecida Letta Turmond? –Expuso la duquesa de Mandalore

–A esto añadimos lo relatado por la acusada. Cito textualmente <<Fui a hablar con Letta, con el objetivo de obtener respuestas, me dijo que querían matarla e intenté averiguar quién pretendía acabar con su vida. Entonces, alguien, no sabemos quién, usó la fuerza para estrangular a Letta, y haciendo que muriera por asfixia>>. Además, adjuntamos el video de la cámara de la celda, que, aunque carece de audio, podemos ver la cara de incertidumbre y de desconcierto de la acusada. –Continuó Padmé con el alegato.

–Así que declarando este juicio como nulo, y por tanto, la acusada debe de ser liberada y juzgada como inocente –Dijo seriamente Satine, mirando al canciller Palpatine

Este suspiró, y pensó en lo dicho. Miro a los Jedi, y luego a los altos cargos del ejército de la republica.

–La palabra la tiene el Almirante Tarkin. Por favor, proceda –Dijo Palpatine diendo la palabra a Tarkin.

Este se levantó y se aclaró la voz.

–Efectivamente, las cámaras carecen de audio, pero no es necesario, ¿Que otra persona usaría sus habilidades para algo tan ruin? –Dijo Wilhuff Tarkin en su alegato

Por otra parte, el maestro Plo Koon miró al maestro Yoda, que estaba sentado a su derecha.

–¿Donde está Kenobi? –Preguntó desconcertado, a lo que Mace Windu miró al Kel Dor.

–No ha avisado de nada, así que a saber... –Dijo fríamente el maestro Windu.

El alegato de Tarkin prosiguió, y estaba convenciendo al maestro Yoda y al maestro Windu, ambos escépticos hacia la inocencia de la togruta. Sus ojos veían más que mil palabras.

–Bueno, ¿Algo que objetar por parte de los representantes de la Orden Jedi? –Preguntó Palpatine, pero ninguno hablo...

–Yo si tengo algo que decir –Dijo Obi-Wan Kenobi, entrando a la sala, justo por la parte donde se encontraba Ahsoka Tano.

–He aquí a la verdadera culpable, alguien que ha confesado sus crímenes... Assajj Ven... –Dijo el Jedi, quitando la máscara a la supuesta bruja de Dathomir, pero cuando lo hizo, todos quedaron perplejos.

–¿¡Barriss!? –Siguió el Jedi, totalmente confuso. Tenía los sables de Ventress y usó una expresión suya...

–Si, fui yo. Pero tuve mis motivos. La orden ha pedido el rumbo, y el lado oscuro los está cegando. Se suponía que éramos guardianes de la paz, y solo hemos destrozado todo por donde pasábamos. Yo mate a Letta, y yo la obligue a colocar los nanodroides en la comida de su esposo, para luego volarlo todo por los aires. Quería que fuera un toque de atención. –Dijo la miriliana, confesando el crimen.

–Creo que no hace falta oír más, ¿no? –Cuestionó el maestro Plo Koon, con retórica.

El canciller se mantuvo en silencio por un momento, pensando en las palabras que iba a pronunciar.