Satine Kryze no muere a manos de Lord Maul, pero queda gravemente herida. Obi-Wan Kenobi escapa con el cuerpo de Satine en sus brazos, rozando la muerte. Se dirigen hacia una estación médica cercana a Mandalore. ¿Que hará Obi-Wan? ¿Se mantendrá al l...
Bueno gente, ya se que lo he dicho, pero quiero que sepan que hay una historia semi-independiente en mi historia de OneShots, sobre las hermanas Kryze y porque se separaron, es el capítulo 2. Pero, para aquellos que no quieran leerlo fuera de esta historia, se los dejaré aquí, copiado para que les sea más fácil leerlo. Quizá debí haber echo eso desde el principio, pero no lo hice y ya no puedo hacer gran cosa, así que si no lo leyeron, pueden hacerlo ahora, y si lo hicieron, pueden saltarse el capítulo.
___________________________________________ Las hermanas Kryze estaban caminando por el palacio de Mandalore, observando uno de los murales cubistas que había en la ciudad de Sundari.
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–Se ve muy temible, debía de ser poderoso –Dijo una joven Bo-Katan de unos 13 años.
–Lo era, era temido por todos los enemigos de los antiguos mandalorianos, ahí está luchando contra los Jedi –Le explicó brevemente una joven Satine Kryze de 19 años.
–¿Que les ocurrió a los antiguos mandalorianos? –Preguntó Bo-Katan
–Fueron enviados a Concordia y murieron hace años. La violencia no les llevó a nada más que a su autodestrucción –Respondió Satine
–Pues si nuestro pasado es ese, quizá no estén muertos todos, quizá han aprendido a solo luchar contra quienes se oponen a ellos –Razonó la pelirroja
–Están muertos Bo, desde hace años –Replicó la rubia
Ambas emprendieron una caminata por los exteriores del palacio, pero la pequeña Bo-Katan no dejaba de pensar en los antiguos mandalorianos. Creía que el mural representaba el gran poderío que tenían los guerreros mandalorianos, y si los Jedi eran enemigos de los mandalorianos, era por algún motivo.
Se pararon en un pequeño parque, donde había niños jugando, padres charlando y caminando. Ambas se sentaron en un banco cercano, y Satine sacó una botella de agua pequeña de su bolso.
La duquesa bebió un poco de agua, hacia mucho calor ese día, y aunque iba con unas ropas finas, se notaban los sudores en el bajo de la espalda y en la frente de la mandaloriana. Bo, por su parte, también tenía calor, pero ella aguantaba mucho mejor las temperaturas altas.
–¿Quieres un poco? –Dijo Satine ofreciéndole la botella de agua.
Bo-Katan la cogió y bebió, a pesar de que no tenía sed ni estaba muy acalurada.
–Satine, ¿Tenemos una armadura mandaloriana? –Preguntó la pequeña Bo-Katan
Satine suspiró y pensó ¿Le iba a decir la verdad, o simplemente iba a dejarlo pasar?
–Tenenos dos, una mía, que fue parte de la familia de nuestra madre, y la tuya, de nuestro padre –Explicó la mayor de las hermanas Kryze
–¿Podemos ir a casa y verlas, porfavor? –Preguntó la niña pelirroja, haciendo un puchero. Esa carita tierna, con esos ojos verdes, iguales que los de su madre se le hacían irresistibles.
