Setiembre del 2001... Un mes trágico para la historia de Estados Unidos, mi madre me contaba que mientras me tenía en su barriga veía las noticias y solo pensaba en lo horrible que podría ser el mundo. En las personas que lo habitan, en lo que le tocaría vivir a sus hijos, este mundo lleno de maldad y lujuria no es para cualquiera.
Veintiocho de setiembre llegó mi hora y la de mi hermano, él salió primero sin dificultad alguna la parte jodida me tocó a mí, no llegue ni al puto kilo, al borde de la muerte... parecía que esta vida iba a ser complicada para mí. Los doctores lo sabían, mi madre lloraba todas las noches al ver a su pequeño engendro llorar, como un ternero por querer ver a su madre.
Encerrado en una incubadora, mi madre lloraba al ver a su pequeño hijo con dificultades para respirar, aunque dijeron que no sería un niño normal, ya que mi circunferencia craneal era pequeña a la normal y ellos decían que tendría problemas para el aprendizaje y que no podría llegar muy lejos así que me volví escritor.
Hasta la edad de los 3 años no podía escuchar ni una puta mierda, claro eso dificulto bastante mi niñez, el no poder comunicarme con mi hermano ni con mis padres, el día de hoy me causa gracia imaginar a un niño sin uno de sus sentidos, como el gran Beethoven.
Me operaron y creí que el infierno para el pequeño Joaquín termino.
Pero si algo aprendí en esta vida es que nunca puedes pensar que todo va a estar bien por qué la vida es así un día estás en la cima y al otro estás en el puto suelo rogando a quien sea, para que te saque de la miseria en la que estés.

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Relatos de un joven indecente.
Short StoryRelatos cortos sobre pensamientos, tristezas, sexo y amor. Me sentía perdido, pero encontré el camino. Algunos de estos relatos son mis inicios como escritor y a la hora de leerlos me da algo de cringe de igual modo les tengo mucho cariño.