Karma.

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Recuerdo aquellos tiempos donde andaba solo, mucho más que ahora dónde prefería beber solo que al lado de alguien por no saber comportarme con las personas. Soy muy callado, tal vez algo tonto, o quizás solo muy de mente abierta, tratando de encajar en la conversación, pensando en qué decir para no quedar como un loco, tantas ideas pasando por mi mente.
Paso el tiempo ya sabía cómo tratar a una mujer, no fue fácil tuve grandes errores, mi personalidad narcisista no puede con la aceptación de la sociedad, querer ser normal en un mundo anormal. Llegando al punto de conseguir lo que quería, chica que veía y me gustaba no era mucho el tiempo que le quedaba, chica que miraba la llevaba a la cama.
Hay dos formas;
La primera es ser directo ir al grano, las chicas no son tontas saben lo que quieren y si quieren algo de diversión pues lo tienen, no necesitaba entablar una relación amorosa, eso era fabuloso.
La segunda es conocerla de cero ganarte su confianza, pero hay un riesgo que te guste y ese puede ser el peor error. No la dejes entrar en tu corazón, en tu mente por qué te destrozará.
Jugará contigo, con tus sentimientos, un día te dirá que no te quiere ver qué le importas una mierda y al otro te escribe diciendo que por favor te quiere ver.
Recuerdo ser un joven muy enamorado hace muchos años, de ser a alguien el cual su religión eran las películas románticas indies y rezar a un ser desconocido que me mande a alguien que me quiera tal y como soy, que nunca se aleje de mí.
Hacer tríos con mejores amigas que apenas conocí, drogarme hasta no más poder y tener sexo en una fiesta. Jugar con alguien por el simple hecho de sentirte superior, tener sexo con seis chicas distintas en menos de dos semanas, soy una mierda de persona lo sé muy bien, brindemos por eso.

Relatos de un joven indecente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora