Creo que... Me gusta

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___ Pov's

Ya llevaba unos días en casa de Candela y convivíamos bastante bien. Raúl a veces se ponía muy pesado con Eva.

-Ya está, te gusta Eva- dije cansada de escuchar como la describía.

-¿Qué?- dijo intentando fingir que no- Creo que... Me gusta- dijo él preocupado.

-¿Y por qué te preocupas?- dije normal- Es lo más normal que te guste alguien.

-¿Tu crees?- dijo él.

-Pues claro. Lo que tienes que hacer es intentar demostrar que puedes ser cariñoso y dulce y que no te interesa solo el físico si no su interior, su personalidad.- dije yo- Por ejemplo, le gusta Neruda, si lees Neruda, si te aprendes alguno de sus poemas, se interesaría. Ella busca alguien que comparta sus gustos.

-Entiendo.- dijo él.

-Es más tengo un libro se Neruda que me regaló por mi cumpleaños y está sin e...- me interrumpió lanzándose a los pies del colchón en el que dormía yo.

-Dámelo, por favor, te doy lo que quieras, me haría muy feliz que me dejaras el libro por favor- dijo rogando de rodillas.

Me levanté riéndome y fui a mi mochila, saqué el libro y se levantó del suelo.

-Muchas gracias, de verdad- me dio un abrazo y un beso en la mejilla- Te lo agradezco muchísimo

Yo me limité a reírme.

-Haz un buen uso, y no digas que te lo he dejado, di que... te lo has comprado con la paga de tus padres.- dije muy obvio.

-Eres muy inteligente, tienes respuestas para todo- dijo el pensando en algo, cosa que ignoré.

-Ya ves- dije yo.

-Y tú qué.- me dijo mirándome.

-Yo qué- dije yo

-Que si tienes alguien en mente.- dijo él.

-¿Qué? No.

-¿Y qué hay de Guille?- dijo mirándome pícaro.

-Guille es Guille, no me cae bien, se cree mucho y además nos peleamos todo el rato.

-Y no has pensado que a lo mejor se porta mal contigo para que te fijes en él.- dijo él.

-¿Qué? Claro que no, es mi hermano.- dije yo

-Hermanastro- me corrigió.- Tito Raúl siempre tiene razón pequeña.

-1. ¿Quién te llama tito Raúl? y 2. no soy tan pequeña- dije yo

-1. Todo el mundo y 2. Si lo eres.

-No lo soy

-Si lo eres

-No lo soy

-Si lo eres

-Ya basta.- dije yo volviendo a mi libro.

-Oye, como te metiste en la lectura.- me pregunto.

-No lo quieres saber, te lo aseguro.- dije yo

-Sí, cuéntame.- dijo él.

-Pues verás, yo era pequeña y odiaba los libros, hace tres años descubrí que se me daba bien inventar historias y me dijeron que leer ayudaba mucho así que leía libros para coger ideas y luego se me venían muchas cosas a la cabeza y las plasmaba en un papel. Empecé a leer y dejé de escribir. Y hasta ahora me ha gustado mucho leer. En Barcelona convertí mi habitación en una biblioteca y dormía en un colchón hinchable que había en el suelo.- le dije.

LOS SERRANO Y YO. SEGUNDA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora