No se me da bien

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___ Pov's

Habían pasado tres días desde que hablé con Raúl sobre temas de amor. Salí de la habitación de Raúl.

-Candela.- dije y salió de la cocina.

-¿Pasa algo, cielo?- me preguntó

-Creo que... Quiero volver a casa.- dije con mis manos en los bolsillos traseros.

-¿Segura?- dijo y asentí.- Recoge tus cosas que te acerco antes de comer.- dijo amable.

-Gracias.- la dije.

Desde hace tres días ando pensando en lo que me dijo Raúl ¿Y si de verdad me gustaba Guille? ¿Podría ser cierto?.

Entré en la habitación de Raúl y este estaba leyendo el libro de Neruda. Me hizo gracia y pensé ¿Tanto le gusta Eva como para leerse Neruda? Solté una risa silenciosa y saqué la mochila. Empecé a guardar mis cosas.

-¿Te vas?- dijo Raúl con un tono triste. Asentí- No, no, no, ___ no puedes hacerme esto, no puedes irte, necesito tu ayuda.- dijo de rodillas.

-Siempre que me necesites, ya sabes donde vivo o puedes llamarme. No se acaba el mundo.- le dije.

-Te llamaría pero no tengo tu número.- dijo él levantándose.

Sonreí y se lo apunté en un papel de su mesa.

-Ya está.

-¿Me seguirás ayudando, verdad?- dijo él

-Claro... Los amigos se ayudan- dije dándole un golpe flojo en el hombro.

Cuando dije eso me abrazó y yo lo abracé a él.

Seguí recogiendo mis cosas y Raúl me ayudó con los libros.

No habíamos terminado todavía cuando Candela entró en la habitación y nos vio recoger.

-En 10 minutos nos vamos- dijo ella

-Vale mamá.

-Me alegra ver que habéis hecho migas.- dijo ella

Sonreí y Candela salió. Terminamos de recoger y dejó el libro de Neruda en la mesa.

-Te lo devolveré.- dijo él.

-Puedes quedártelo.- dije yo.

-No es un regalo, lo dejamos en que me lo has prestado. Pero no puedo quedármelo.

-Bueno, si insistes.- dije yo.

-¿Te gusta Alice Kellen?- me preguntó viendo la bolsa de libros

-Sí ¿por?- pregunté riendo.

-La mayoría de tus libros son suyos.

-Supongo. De algún modo Alice Kellen fue la segunda autora que entró en mi afición a la lectura. Me compré este hace poco.

-Sí, te le estás leyendo ¿no?- dijo

-Sí.

-Chicos nos vamos- dijo Candela entrando.

Raúl cerró la bolsa de los libros y salimos de casa.

Después de un corto viaje en coche, llegamos a casa de Diego. Me puse un poco nerviosa y cuando íbamos a abrir la puerta vi que Teté salía con... ¿Humberto?

-¡___!- dijo emocionada dándome un abrazo.

-Teté... El aire- dije asfixiándome.

-Perdona.- dijo separándose.- Pero dónde estabas. ¿Estás bien? ¿Por qué te fuiste? Te he echado de menos.

LOS SERRANO Y YO. SEGUNDA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora