XVI

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Escabulléndose por el mismo camino por donde había llegado, espero no volver a encontrarse a Draco por mucho que quisiera verlo, más que nada debido a que no quería ser interrogado en un momento donde claramente su hijo podía leer que algo había salido mal, es decir, su conversación con Dumbledore, de la que no permitiría que nadie se enterara, incluso el propio Sirius que estaría lo suficiente distraído en la cena con la tarta de melaza que prometió hacerle.

Además del hecho de que no tenia más tiempo que perder, después de haberse quedado en la oficina privada de Horace hablando durante casi dos horas si sus cálculos no le fallaban, al no haber medido cuanto tiempo tardo con el propio director de la escuela e incluso en su pequeña parada con Draco y sus amigos.

Así que, apresurado por llegar al limite del bosque prohibido y desaparecer de ahí, se dio cuenta de reojo que la mayoría de los alumnos que más temprano habían estado deambulando relajadamente por lugar ahora estaban en sus clases, a excepción de pequeños grupos de adolescentes que se veían lo suficientes mayores para pertenecer a su sexto o tal vez su séptimo año escolar, lo que tambien significaba que podía relajar su postura y salir de ahí sin la posibilidad de que Draco lo emboscara, ya que debía de estar dentro de sus clases en el momento.

O al menos eso espero, hasta que volvió a pasar por donde estaba la cabaña de Hagrid y escucho a la perfección varias voces conocidas, riendo sin vergüenza y demasiado felices cuando claramente deberían de estar tomando apuntes en un salón de clases y no tomando té con el guardabosques todavía, cuando pudieron haber terminado esa visita incluso más rápido que la suya con Horace, a quien también le arruino algunas clases.

Esperando que eso no fuera en realidad un suceso regular, asomo un poco su cabeza por la ventana del lugar para asegurarse de que los niños estuvieran ahí, viendo la gran espalda de Hagrid principalmente y luego varios niños hablando de forma animada, incluso la propia Hermione, quien tenia un bonito sonrojo en sus mejillas y su expresión por completo relajada, lo que debía ser inusual si alguien tan correcto se estaba saltando las clases.

Pero entonces, incluso en su adolescencia la correcta Lily se había saltado sus clases para ir a hablar con él durante horas bajo el árbol cercano al Lago Negro, así que esa niña no sería una excepción de hacer lo mismo de vez en cuando, por muy inesperado que fuera presenciarlo, y tambien, por mucho que debería de reprobarlo siendo un adulto responsable, lo que no quería ser si les amargaba la excelente mañana que parecían estar teniendo.

A parte de ello, no creía que eso fuera convertirse en un gran problema en el futuro, no cuando Draco tenia esa vena de perfeccionismo que Lucius y el portaban y que siempre los llevo a ser de los mejores de su generación, tanto como el hecho de Hermione no era la clase de chica que permitiría que sus amigos se saltaran las clases todo el tiempo. Y en todo caso, si se volvía una situación recurrente, era mejor esperar a recibir una carta de la jefa de casa de Draco, que quitarle una experiencia única a su hijo.

Por lo que, buscando a Draco entre todos, se dio cuenta que estaba realmente feliz al lado de Potter, quien ya lo miraba lleno de adoración a pesar de su corta edad y tal vez hasta de demasiadas promesas que sabía en esa familia eran algo que perduraría a través de los años hasta cumplirse.

Y sin ser descubierto, se alejo de la ventana y volvió a caminar por el borde del bosque para ya llegar al límite de las protecciones del lugar, siendo sorprendido por un ululo que venia de un árbol cercano a su lado, y que pertenecía a una lechuza que se alzaba en la rama más alta, lo que era rarísimo considerando que todas las lechuzas de Hogwarts debían de estar dentro de la escuela y no deambulando por el límite del bosque prohibido.

Haciendo un poco de sombra sobre sus ojos, entrecerró la mirada para visualizar mejor a la lechuza que siguió ululando a su dirección, como si estuviera molesta porque se metiera en su territorio o algo parecido. Y cuando por fin la luz que pasaba entre el árbol alto no lo molesto, descubrió que al parecer era la misma que había llevado la carta de Draco hasta Estados Unidos.

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2021 ⏰

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