Severus, inmerso en una relación romántica con Lucius, se ve presionado para unirse a las líneas de mortifagos, al mismo tiempo que descubre que ambos serán padres y que Lucius en definitiva esta recorriendo el camino que tomo Tobías con su madre. E...
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El amor que sentía por Lucius había nacido a inicios de su adolescencia, en cuanto lo tomo bajo su ala y le permitió conocerlo sin tantas mascaras como todos los sangrepuras solían usar, así, siendo simplemente un amigo, un confidente y luego un amante, logro de inmediato que sus mejillas se sonrojaran con una sola mirada, una sonrisa discreta desde la distancia o una armoniosa risa que lograba sacarle algunas veces privilegiadas por un comentario inteligente que picaría el humor del rubio. Entonces no se culpo por amar a Lucius, mucho menos por haberse perdido entre los deseos del otro en lugar de los suyos, pues después de todo era demasiado joven para ver a través de los errores que cometía.
La única culpa que podía cargar en ese momento era no haber notado el instante en que el joven mago que tanto había amado se convertía vertiginosamente en el hombre que empezó a detestar tanto como quería, una versión tan parecida al desgraciado desperdicio de su padre y tan cruel como nunca pensó podía ser, aunado a la vez a la inteligencia y astucia que poseía, Lucius fue incapaz de alzar una mano en su contra, pero sin miedo de hacerlo con su varita y de manipularlo con sus dulces palabras a favor de caer en las manos del señor en ascenso al que servía y al que tanto parecía adorar para ofrecer su alma en esclavitud e incluso ofrecer la suya para ganarse el favor del hombre.
En medio de todo el odio y del amor encontrados, fue cuando la noticia de su embarazo lo tomo por sorpresa. Lo doloroso e inesperado de saber que deseaba a ese bebé sobre el amor de el futuro prometido al lado de Lucius lo hizo caer en cuenta de la negligencia que tenia sobre su propia vida, que no le importaba lo suficiente para escapar del yugo de Lucius una vez se unió a el formalmente cuando dejo Hogwarts, pero que si tomaba un nuevo valor con la esperanza intacta de un bebé en un futuro cercano, un niño que tomara las mejores partes del hombre que amaba y las suyas una vez rescribiera su vida bajo su propias decisiones, sin coerción de nadie.
Así entendió que no existía otra manera de continuar entre las paredes de Malfoy Menor, al menos no bajo tanto riesgo por parte de Lucius acercándose cada vez al círculo interno del proclamado Lord Voldemort y dando todo lo que tenia a cambio por el mero honor de servir al mago, mucho menos cuando la incógnita de su amor se cernía sobre ellos, terroríficamente señalando que el amaba a Lucius, pero él no sentía lo mismo.
Sin embargo, en contra de todo su sentido común y capacidad de pensamiento lógico, se encontró guiado por su corazón sentimentalista que decidió darle una última oportunidad a Lucius, así que buscando el brillo de amor en los ojos platas del sangrepura, se dio cuenta que la frialdad que ahora opacaba su alma no había dejado espacio para la mínima dulzura oculta o por lo menos la condescendencia cordial que le gustaba practicar en los últimos meses besando su mejilla
Tontamente, aun así, lo intento y se negó a tomar la marca oscura, enfureciendo al hombre frente a suyo y costándole por primera vez en toda su relación que este lo golpeara con su aristocrática mano, lo suficientemente fuerte para hacerlo caer, pero no para lastimarlo a largo plazo.
