20 meses

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La nieve caía en Tokio, estaban llegando las fiestas de fin de año, ilusionando a pequeños y grandes, este año se había pronosticado que pasarían por el cielo numerosas estrellas fugaces, por lo que más de un fanático de la astrología estaba ansioso por la navidad.

Ahí iba Endou, con una polera negra y pantalones grises, guantes negros y su ya conocida bandana naranja, pero esta se encontraba sucia, en realidad su atuendo en general no estaba en buen estado.
El castaño caminaba sin levantar la mirada, alejando a las personas que pasaban por su lado, pero eso a él no le importaba, no era relevante.

Para él, el mundo se había terminado hace 20 meses, tiempo en el que le había perdido la brújula y el horizonte a su vida, su vida había sido arrebatada por un conductor irresponsable, que manejaba ebrio en altas horas de la noche.

Por más que lo intentaba, los recuerdos siempre regresaban, atormentándolo, persiguiéndolo y evitando que sonriera.
Su monotonía era obvia, se levantaba para ir al instituto, entrenaba en el equipo de su preparatoria, iba a trabajar y luego a su casa, ocasionalmente visitaba el lugar donde ahora su vida yacía, sin poder moverse y estando totalmente fuera de su alcance.

- ¡Endou! - gritaba un chico de rastas mientras corría hacia él - ¡Te llevo buscando durante días!

- ¿Qué quieres Kidou? - lo miró con desprecio - Creí haberte dicho que no quería volver a verte.

- No hables así... - Suspiró el actual mejor jugador del equipo de preparatoria de Tokio - Es sobre Kazemaru...

- ¿Qué? - tomó a quien tenía frente a él por el cuello de su saco, empujándolo contra la pared - Elige bien tus palabras.

- A él no le gustaría verte así... - tomó un poco de aire, lo estaba casi ahorcando - Yo creo que...

- ¡No te atrevas a hablar de quien ya no está! - le gritó con odio - No vuelvas a mencionar su nombre, él se fue hace 20 meses... - Dijo soltándolo - No vuelvas a hablar de él.

- Endou... - miró a su amigo con tristeza, aquel accidente lo había cambiado todo, Mamoru no había sido el mismo desde entonces - No puedes echar tu vida por la borda... Mira nada más como está tu bandana...

- ¿A quién le importa eso? - Dijo sin poder mirar al estratega a los ojos - Tú concéntrate en tu vida, ¿estás comprometido, no? Anda y sé feliz por eso, restriégame en la cara que tú todavía tienes a la persona que más amas a tu lado.

- No metas a Akio en esto - Sabía que estaba dolido, pero no le daba el derecho de ofender sobre su pareja - ¿Qué estás haciendo con tu vida? Escuché que estás de pelea en pelea, de cantina en cantina por las noches.

- Y si fuera cierto, ¿Cuál es el problema? - soltó un suspiro - Nadie me espera, solo salgo a despejar la cabeza.

- Esa no es la manera... - trató de poner una mano en el hombro de su amigo, pero este lo apartó de inmediato - Endou... Recapacita, Kazemaru siempre te apoyaba, pero no te cubría en tus errores, él... - No pudo terminar porque recibió un golpe en la cara, haciéndolo caer al suelo.

- ¡Te dije que no hablaras de él! - Gritó enojado - ¡No tomes el nombre de alguien que ya no está tan a la ligera! ¡Él era mi vida! Y... - Trató de evitar quebrarse - Se fue...

- ¡Él era mi amigo también! - se levantó y le respondió con otro golpe, haciéndolo caer - ¿Crees que a mí no me dolió lo que sucedió? ¿Crees que a mi no me afecta? - dijo mirándolo fijamente - ¡Era mi compañero de equipo! ¡Yo también lo veía todos los días! ¡Estudiaba conmigo para los exámenes! Él también era importante para mí...

- ¡Él era todo lo que yo tenía! - Se levantó para volver a golpear al de las rastas, lanzándolo al suelo y pateándolo - Mi vida giraba en torno a él... ¡Nada  ha sido lo mismo! ¡Entiéndelo! - golpeando de nuevo al estratega - ¡No lo pude proteger! ¿Es que acaso no lo entiendes? ¡Él se fue por mi culpa!

Idiota (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora