Idiota (Completa)

Último día, al fin te veré

Habían pasado 4 semanas, el castaño estaba agotado de la rutina de que tenía.
Básicamente era levantarse temprano, desayunar, entrenar, aguantar el acoso del grupo de Saginuma, almorzar, entrenar, seguir con el acoso, cenar, entrenar y finalizar siendo acosado.
Sus amigos americanos no podían estar todo el tiempo junto a él, cosa que sus agresores aprovechaban.
Hubieron días en los que Endou a duras penas pudo llegar a su habitación, adolorido por los golpes que le habían proporcionado.

El cansancio físico era notable, 3 entrenamientos al día durante 6 días a la semana era mucho para unos jóvenes de entre 14 y 15 años.
Solo algunos lograron destacar entre los demás, los que subían de equipo y los que bajaban, con suerte nuestro portero se había logrado mantener en su posición, aunque en la mayoría de partidos de práctica, comenzaba en la banca, los entrenadores le daban muchas preferencias al portero de cabellos negros.
Irónicamente, Saginuma era seguridad, pero seguridad de que les meterían gol, por lo que al comienzo del segundo tiempo, el chico de banda naranja entraba al terreno para evitar que les anoten más goles.

El último día sería finalizado con un partido abierto al público, enfrentándose a equipos de otras academias.
La formación estaba publicada una hora antes de que las puertas se abrieran.
"Portero: Endou Mamoru"
Cosa que por supuesto a su rival no le gustó.

- Más te vale que me metan al campo hoy - le sostuvo por el cuello al castaño.

- Saginuma... Basta... - pidió - Sabes que tenemos que ganar este partido y conti...

- ¡¿Estás diciendo que conmigo perderíamos?! - le gritó y proporcionó un fuerte golpe en el rostro, haciendo caer al castaño inmediatamente.

Acto seguido siguió golpeando a Endou, que solo pudo cubrirse, esperando que esto terminara.

- ¡OSAMU! - un señor elegante llegó a la escena - ¿Se puede saber que demonios haces?

- Padre... - dijo muy asustado - Estábamos... Jugando, sí, jugando - tomó a Endou y lo levantó - Anda, es cierto no Endou - le presionó el brazo para que le siguiera la corriente.

- No te creo, camina, hablaremos seriamente. - el señor tomó a Osamu por el brazo, llevándoselo molesto - Como te atreves a ensuciar el nombre de la familia así, ya me enteré de lo que has hecho aquí, así que es el final de tu estadía en el club.

El de banda naranja se recostó en la pared, mirando como su agresor ahora parecía un pequeño gatito asustado, al parecer su padre nunca le dio permiso de abusar de su apellido y de su poder.

Endou se lavó la cara y vio que la cara la tenía roja por el golpe que había recibido.
Salió rumbo a donde sus compañeros de equipo le esperaban.

Los calentamientos comenzaban, pero él tenía la atención en otro lado, miraba en dirección a las gradas de la cancha, esperando a ver si su familia y su novio llegaban.

Sabía que Ichirouta seguramente vendría por la pierna vendada y muletas, según le dijo, cuando lo revisó el terapeuta al día siguiente, le detectaron una lesión en la rodilla y un esguince en el tobillo.
Tendría que estar vendado durante 3 semanas como mínimo, además de la recomendación de reposar el mayor tiempo posible.

Endou le dijo que si estaba mal, no tenía que venir, que se verían al salir de ahí en su casa, pero obviamente el peliazul no perdería la oportunidad de ver jugar al castaño en el mejor equipo de la academia.

Fue entonces cuando Endou vio a sus padres llegar a las instalaciones en un auto, preguntando a los orientadores la manera de llegar al campo que les correspondía, inmediatamente vio como su padre ayudaba a su amado peliazul a bajar del taxi.