Idiota (Completa)

"Feliz cumpleaños"

El sol se asomó por la ventana, cayendo sobre los ojos de un castaño, despertándolo con calidez.

Endou se estremeció ligeramente, abrió los ojos de par en par se quedó mirando al techo, su cerebro recién estaba despertando y sus neuronas todavía no habían llegado a la oficina a trabajar.
Miró a su lado, ahí estaba, el cumpleañero, que todavía dormía plácidamente, y no era para menos, la noche había sido intensa y candente, seguramente se quedó totalmente sin energías y por eso dormiría un par de horas más, pero claro, Endou no iba a permitir que se desperdicie ni un solo segundo del día.
Se giró y analizó cada parte del cuerpo de su amado, no se habían vuelto a vestir después de terminar con todo anoche, por lo que el torso del peliazul seguía expuesto.

El castaño acarició suavemente el pecho de este, cosa que despertó a Kazemaru de inmediato, haciéndolo sonrojarse - Buenos días, Feliz cumpleaños - se acercaba a besarlo.

- Buenos días... - Dijo correspondiendo al beso - Gracias... - Su rostro estaba tan caliente que sentía que le quemaba - Vaya forma de despertarme...

- Es que quería que sea diferente a lo de antes... - Mientras se levantaba y se alistaba para ducharse - Hay que aprovechar cada minuto, más aún si es a tu lado. - Desapareciendo por la puerta del baño.

- Endou... - Kazemaru se sentó en la cama, peinándose y volviéndose a colocar la pijama, al menos hasta que entrara a ducharse. Entonces revisó su celular, encontrándose con numerosos mensajes de diferentes personas, respondiendo primero claro a sus amigos del equipo de fútbol y agradeciendo recordaran su onomástico, luego estaban personas con las que tenía una amistad normal, los amigos de la infancia que siempre se acordaban, el mensaje de Haruki, uno que le quitó la sonrisa pero aún así respondió, el de Miyasaka.

"Feliz cumpleaños Ichirouta, te extraño muchísimo y perdóname por estar lejos otro año, nuestros padres viajaron hace 2 días y no sé exactamente a donde, pero por eso al final no pude ir a Japón para verte.
Sigue con ese carácter fuerte de siempre, sabes que cuentas con mi apoyo incondicional, felices 16 hermano. Haruki Kazemaru"

Ese corto mensaje le había sacado una enorme sonrisa, el día pintaba para ser bastante emocionante, así que apenas Endou salió de la ducha, él entró y comenzó a asearse.

En la cocina, Endou tostaba unos panes y licuaba frutas, un desayuno dulce y saludable, el jugo de fresa con naranja era el favorito de Ichirouta, por lo que esa fue su elección.
Puso unos huevos y algo de tocino en la sartén para terminar de preparar todo, había visto al huracán azul hacer el desayuno mil veces y ya había aprendido como voltear el huevo sin que este terminara estampado en el techo o desparramado en el suelo.

Colocó todo en el comedor, incluso tenía una rosa en un vaso alto en la mesa, todo estaba perfecto, solo quedaba esperar a que Kazemaru bajara de la habitación.

El desayuno estuvo lleno de sonrisas, el castaño debió decir en promedio unas mil veces "Feliz Cumpleaños", no se cansaba de repetirlo, para él era importante este día, quería que Kazemaru sonriera el mayor tiempo posible, tras todo lo que había tenido que pasar días antes de mudarse no era para menos.

Lo recordaba perfectamente, como lo vio desde lejos cuando empacaban todas sus cosas en su casa, Ichirouta se había sentado en el suelo a ver las fotos de su familia y lloraba como un niño pequeño, cuando se acercó a él, le dijo con una voz llena de dolor:

 "Me sigue doliendo esto... No pensé que algún día pasaría, siempre supe que ellos no iban a aceptar que su hijo no era perfecto, pero prácticamente me expulsaron de la familia..."

Ese día Endou no pudo hacer más que abrazarlo y prometerle que con él, todo estaría bien, que lo cuidaría hasta el final de sus días y nunca lo dejaría solo, cosa que sabía no resolvía ni le quitaba el dolor que tenía, pero al menos contribuía con su granito de arena.