VI: Jaesang Bae

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Tenía dos semanas que Zephyr no podía sacarse de la cabeza a Anthony, primero desde el incidente en el bar y ahora que tenía su número su mente solamente daba vueltas y vueltas para tener una buena excusa y poder mandarle un mensaje o hablarle, ya que se le hacía muy patética la excusa de llegar y decirle que quería tener una conversación con él.

Pero si cualquiera mirara el caso por fuera le daría mil golpes a Zephyr, estaba tratando de hablar con alguien peligroso, alguien que portaba armas y que había comprado a la policía de la ciudad, pero vuelvo a repetir, el sentido común de Zeph no funcionaba muy bien que digamos.

Por otro lado, las cosas en la escuela y con su familia no habían cambiado mucho (como era de esperarse), aunque desde aquél día Zephyr ya no regresaba solo a casa, nunca le dijo a nadie lo que había pasado, obviamente. Pero había algo que el menor ignoraba, y era que desde el incidente del bar, estaba fichado.

¿Pero qué hay de Anthony? ¿Por qué no había tratado de alejar al menor desde el primer momento? Fácil, había quedado encantado con él desde aquél día, era diferente a todas las personas que había conocido, era divertido sin intentarlo, además de que era muy bonito, aunque también se estaba odiando poco a poco, ya que Zephyr empezaba a ver y saber cosas que no debería.

Las veces que Zephyr juraba haber visto el auto de Anthony, sentir su mirada y como había llegado justo a tiempo antes de que lo mataran no habían sido paranoia por parte del chico ni una simple casualidad, en verdad él estuvo ahí todo el tiempo, o al menos la mayoría de las veces.

Durante esas semanas, el rubio no pisó la casa de su padre, se la pasó en el departamento que tenía en la ciudad, y al menos el estar siguiendo a Zephyr era una buena distracción.

—¿Sigues esperando a ese mocoso? —le dijo una voz femenina desde el sofá— Si piensas que se va a aparecer de la nada en la acera del frente estas muy equivocado...seguro está aterrado de ti.

Anthony se giró para ver a la chica, llevaba al menos media hora yendo y viniendo de la ventana al sofá y viceversa. Ciertamente había algo que esperaba, pero ni él mismo sabía qué era.

—¿Quién dice que lo espero a él?

Él tampoco se había dado cuenta de que lo esperaba a él, si no hasta que Jaesang se lo mencionó. Jaesang Bae era el nombre de la chica que desde un principio no había visto con buenos ojos a Zephyr, aunque no era su intención, muchas veces llegaba a ser desconfiada de la gente, pero el por qué era otra historia. Jaesang, o Jae como todos le decían, era una amiga cercana a Anthony, de hecho parecía imposible que alguien como él tuviera amigos, pero sí, los tenía, aunque no eran demasiados y todos eran antes investigados por su padre, no dejaba que nada se le pasara por alto, aunque bueno, también eran hijos de personas muy poderosas y de nexos con la familia Brown y Jae no era la excepción, ella era la hija de un empresario muy poderoso del país.

—Es demasiado obvio, desde el día del bar solamente miras a todos lados esperando a alguien, y tampoco creas que no me enteré de que el día en que llegaron al garaje no fue una coincidencia habértelo encontrado.

—¿Quién te-... —la chica lo interrumpió—.

—Sabes que Lyrem no se guarda nada.

Ambos rieron levemente, olvidando la pequeña discusión que tenían. Llevaban unos tres años de amistad aproximadamente y se basaba en ese amor-odio en el que Jae le reñía por algo y Anthony le contestaba igual, solo que esta vez las cosas habían resultado diferentes, Anthony no le había contestado para llevarle la contraria toda la discusión, de hecho, al tratar de decirle que cómo lo sabía, prácticamente lo había admitido. Jae notó esto, pero decidió no decirle nada a Anthony, aunque ella ya se imaginaba lo que estaba pasando con su amigo.

Ambos hablaron por un par de horas más sobre unos asuntos pendientes con un clan contrario a la familia Brown, hasta que una llamada de un número desconocido llegó al teléfono personal de Anthony, se le hizo algo por demás extraño ya que casi nadie tenía ese número, colgó la llamada y volvió a dejar el teléfono sobre la mesa, momentos después volvió a entrar una llamada del mismo número e hizo lo mismo que hasta hace un momento.

—¿No vas a contestar? —le preguntó Jae—.

—No tengo idea de quién sea.

Nuevamente el celular volvió a sonar y el mayor miró a su amiga, quien le hizo un gesto de desespero para que contestara el teléfono.

—Diga —dijo el chico una vez se colocó el teléfono en la oreja—.

—Oh...Hola Anthony...Uhmm, me preguntaba si tenías algo que hacer hoy... digo, y si no estas muy ocupado ¿podrías ayudarme con algo?

Anthony más confundido que nada se separó el teléfono y miró el número en la pantalla, luego miró a Jae quien estaba a la expectativa y de alguna manera también estaba igual que el rubio.

—¿Zephyr?

Angel With A Shotgun || ʰʸᵘⁿʲⁱⁿ ᵃⁿᵈ ˢᵘⁿᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora