Angel With A Shotgun || ʰʸᵘⁿʲⁱⁿ ᵃⁿᵈ ˢᵘⁿᵒᵒ

XV: I like you

Por fin habían llegado los días de la vispera del cumpleaños de Zephyr y el chico no podía estar más harto de todo, si es que esa era la palabra correcta, más bien estaba como un niño pequeño haciendo berrinche porque su dichoso Anthony no había aparecido desde el último jueves en que lo mandó a casa solo, ahora era martes y tampoco había rastro de Anthony, solo el triste mensaje de buenos días y buenas noches, comenzaba a desesperarse, aunque más bien se sentía triste y tenía miedo de que Anthony no volviera a su vida, ya comenzaba a extrañarlo.

Solo faltaban 2 días para el cumpleaños número 18 del menor y tampoco por parte de sus padres o sus amigos había algún movimiento, pensaba que como todos los años iban a hacer algo de último minuto.

Aquél martes por la noche, mientras Zephyr ordenaba sus cosas y su ropa en el armario escuchó un ruido provenir de algun lugar, probablemente en el patio delantero, fue hasta su ventana y nada, no había nadie, incluso abrió la ventana y sacó la cabeza, pero no lograba ver nada, ya que su habitación estaba a un costado y daba hacia la calle, regresó a sus asuntos pensando en que un poco de aire fresco le haría bien. No pasaron ni 10 minutos cuando otra vez un ruido lo sacó de sus pensamientos, al girarse fue tal su sorpresa que dejó caer al suelo lo que tenía en las manos, se tapó la boca ahogando un grito y sintió sus piernas flaquear. Anthony estaba parado a un costado de la ventana, no fuera de ella, estaba dentro de la habitación.

Anthony le hizo una seña con el dedo indicandole que no hiciera ruido, Zephyr por su parte se dejó caer al suelo resbalando su espalda que estaba pegada a la puerta del armario, aún no se reponía del susto que Anthony le acababa de hacer pasar.

-¿Zephyr? -murmuró el mayor al escuchar los sollozos de Zephyr, quien estaba con la cara entre sus manos, aunque apenas podía verle, pues la cama se interponía entre ambos-

Anthony se acercó con cautela al menor, podía ver su espalda subir y bajar, escuchar su llanto leve que poco a poco iba haciéndose más y más constante. El rubio se sentó a su lado, recargando su espalda en la puerta del armario, justo como lo hacía Zephyr, no tenía la menor idea de qué hacer, jamás había tenido que consolar a alguien, en casa su hermana siempre sufría en silencio y jamás la había visto llorar y ni hablar de él, quien había sido criado con la idea de que "los hombres no lloran".

-Lo lamento...no quería asustarte así.

-No es eso Anthony... es que no te imaginas el miedo que tengo, el miedo con el que vivo todos los días, de que alguien pueda hacerme daño y hacerle daño a mi familia... Creí que por fin me habían atrapado -la voz de Zephyr se quebraba con cada palabra que decía-.

Visto desde esa forma, Anthony se sentía un completo idiota por haber entrado así a la habitación del menor, no se había puesto a pensar en él y en el miedo con el que siempre vivía y todo era por su culpa.
Anthony llevó uno de sus brazos hasta los hombros del menor para rodearlo torpemente y a diferencia de lo que pensó que el pelinegro haría, la reacción de Zephyr fue abrazarse a su cuerpo, rodeando a Anthony por la cintura, la cara del menor quedó en el pecho del rubio y probablemente no se despegaría de él, había comenzado a llorar en verdad, todo lo que Zephyr había tenido que aguantar el último mes por fin lo estaba dejando salir.

Anthony lentamente colocó su otro brazo al rededor del cuerpo del menor para envolverlo en un abrazo cálido, aunque delicado, como si temiera que al hacer algún movimiento brusco Zephyr fuera a separarse y decir que estaba loco, cómo iba a estar tocándole, aunque eso no pasó y tampoco pasaría.

Sentirse tan cerca de Anthony por primera vez había sido un sueño tan recurrente para Zephyr que pensaba que el momento se vería interrumpido por su alarma, tuvo que morderse un poco los labios y detenerse a pensar que esto en verdad estaba pasando, que tenía a Anthony tan cerca, aunque el momento no se había dado de la manera en que Zephyr hubiera querido.