Angel With A Shotgun || ʰʸᵘⁿʲⁱⁿ ᵃⁿᵈ ˢᵘⁿᵒᵒ

XVIII: Coming out

-No -respondió Zephyr- nada está bien.

Jaesang se puso en cuclillas a pesar de estar en zapatillas para poder ver la cara de Zephyr, quien seguía con la mirada baja.

-Oye... Yo creo que las cosas están muy bien -dijo Jae tratando de tranquilizar a Zephyr- Anthony tiene su carácter y puede llegar a ser la persona que viste hace un rato, pero no tienes que tenerle miedo, estoy segura de que Anthony jamás te haría daño.

Zephyr alzó el rostro mirando a la chica, su primer pensamiento fue que Jae mentía, le estaba diciendo algo para tranquilizarlo, ya que Jaesang no lo veía como un amigo, solamente lo trataba bien por Anthony; pero muy en el fondo estaba seguro de que decía la verdad.

-Tú bien sabes qué tipo de persona es Anthony, pero él no tendría razón de hacerle eso a alguien a menos que se vea en la necesidad, él no es del tipo que va golpeando gente por ahí solo por placer... En el tiempo que tengo de conocer a Anthony jamás lo había visto así por nadie, solo por Ali.

Zephyr miró a Jae confundido, en la vida había escuchado ese nombre en el círculo de personas cercanas a Anthony.
Pensó que sería una ex novia, una chica de la que estuvo enamorado cuando era un adolescente, o incluso su primer amor o algo así. Jae al verlo tan alarmado rió levemente.

-Anthony tiene una hermana... No suele hablar de ella, pero la quiere mucho, solo lo había visto así una vez que le hicieron... algo, desde entonces nadie se le acerca a Alisson -dijo Jae recordando aquella escena de Anthony golpeando a un chico hasta dejarlo inconsciente- creo que eres igual de importante que ella para Anthony.

Las manos de Jae habían ido hasta las de Zephyr, tomándolas y acariciando sus nudillos, las manos de Jae estaban muy frías, sus dedos se sentían delgados y tenía las uñas perfectamente arregladas, Zephyr podía decir que era la chica con las manos más bonitas que hubiera visto.

Las palabras de Jae en verdad que habían surtido efecto, pues Zephyr de sentía mucho más tranquilo ahora.

-¿Anthony está bien? -preguntó Zephyr temiendo lo peor-.

-Mike y Lyrem se quedaron con él, seguramente va a estar bien y James tampoco se podrá acercar a tí.

Escuchar el nombre de aquel chico de cabellos negros le había provocado un escalofrío que le recorrió toda la espina. Podría decirse que se agregaba una persona más a la lista de personas indeseables.

Jae se levantó y los ojos de Zephyr siguieron esa trayectoria hasta que estuvo completamente de pie.

-Bueno, es hora de irme, me aseguraré de decirle a Anthony que estas bien -dijo Jae-.

Zephyr se puso de pie igualmente y la siguió hasta la entrada en dónde sus padres se despidieron de ella con muchos ánimos.

-Hasta luego, querida -dijo la madre del menor-.

-Hasta luego señora Maxwell -se despidió Jae amablemente-.

Luego de cerrar la puerta el chico se giró para ver a sus padres, quienes veían el noticiero en la televisión de la sala. Su madre lo veía con una sonrisa pícara y su padre también lo examinaba de arriba a abajo.

De pronto Zephyr se sentía seguro, estar con sus padres en una cotidianidad casi imperturbable le daba un sentimiento descolocado, pues era como si estando en casa, nada malo podría pasarle, se sentía como un pequeño queriendo correr a los brazos de su madre y escondiéndose ahí para que nada ni nadie le hiciera daño.

-¿No crees que esa chica es muy mayor para tí? -dijo la madre de Zephyr con un tono bastante juguetón-.

-Mamá... -dijo riendo levemente- no creo que me gusten las mujeres.