My Alpha || Mi Alfa || Kaiyeol

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Y aquí estoy yo, con mi gran vestido nupcial blanco con bordes rojos, dorados y violeta. Este último añadido por mi futuro esposo, el vestido venía de parte de él, como todo lo que traigo puesto por excepción de mi rota cadena con pequeños detalles en diamante, la cual ocultó en entre mi vestido, mi padre me la había entregado hace muchísimas lunas cuando aun seguía junto a mi papá y éramos felices.

Entiendes tú deber, ¿no es así chanyeol? - pregunta mi abuelo, el líder del clan. Es un viejo canoso que se rige por sus propios dictámenes y dicta a quien sea bajo sus reglas. Mi papá había huido con mi padre y me tuvo a mi. Cuando tuvimos un pequeño accidente y perdí a mis padres mi abuelo se hizo cargo de mi. Mi pesadilla empezó en ese momento, cuando apenas tenía 5 años. - recuerda complacer a tu esposo y vivir solo para él, estarás bien.

Sentado en mis muslos, con mis manos en mi regazo apreté la fina tela y agache mi cabeza respetando la decisión de mi abuelo y mi pueblo, evitando que mis lágrimas salieran de la tristeza que inundaba mi alma.

Así fue como deje mi hogar, ese templo y ese pueblo que nunca me vio,pero siempre me odio, solo y sin nadie fui llamado y sentenciado a darle mi vida a un alfa del cual rumores habían a montones. Un alfa sin piedad y sin corazón. Un gobernante despota y cruel. Soy el sacrificio para mi pueblo.

Ya casi llegamos, mi señor - un lindo beta me acompaña en esté infortunio, él único amigo que deseo quedarse como mi dama de compañía mientras vamos en el elegante carruaje.

Gracias Dae — sonrió un poco hacia mi amigo y este frunce el ceño.

Aun tenemos tiempo si quieres escapar Chanyeol, yo puedo arreglarlo todo si me lo ordenas, yo...— le interrumpo con una pequeña y discreta risilla — gracias Dae, pero esté es mi deber. Estaré bien, estaremos bien.

Chanyeol...— susurra con pesar y me obligo a mi mismo a no llorar para no arruinar el hermoso maquillaje que me hizo mi amigo. — estaré contigo hasta la muerte y después de ella. — menciona.

Sonrío en agradecimiento porque siempre dice eso cuando estoy pasando por algo injusto o simplemente estoy triste — lo sé mi Dae — le regalo una sonrisa mientras jugueteó con el collar roto.